Cada día encontramos en las tiendas una mayor oferta de aceite de oliva y resulta algo difícil comprar la mejor opción. Te damos algunas claves para elegir en cada plato y ocasión. Nuestro primer consejo es que  leas atentamente las etiquetas. Ahí está todo lo que necesitas saber.

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Comprar aceite de oliva: lo que verás en la etiqueta

Busca el origen ¿Sabías que la Unión Europea es el principal productor, consumidor y  distribuidor de aceite de oliva en todo el mundo? El clima de los países mediterráneos es  óptimo para el cultivo de los mejores olivos. El origen Europa es, además, la mejor garantía  de seguridad alimentaria del mundo. Puedes consumirlos con toda tranquilidad. 

Por eso, el primer indicativo para saber que es de buena calidad, es que sea aceite de oliva  europeo. Seguramente sea español, ya que sólo este país produce el 66% de toda Europa. 

También hemos de tener en cuenta que en el mercado puedes encontrar varios tipos o  categorías de aceites de oliva, empezando por el aceite de oliva virgen extra que es de  máxima calidad y dotado de excelentes características de sabor y aroma. Aunque el  virgen y el regular también son de mucha calidad, no alcanzan la excelencia del virgen extra. 

La recomendación es utilizar el extra virgen para preparaciones en frío, salteados,  escabeches, aderezos y confitados que no superen los 180ºC para que no pierdan sus  aromas y sabores característicos. El virgen y el aceite de oliva se recomiendan para  temperaturas más altas, así que son óptimos para sellar, freír, y asar.

No todos los aceites de oliva europeos tienen el mismo sabor, depende de la variedad  de aceituna que se utilizó. Existen más de 200 aceitunas solo en España, siendo las más  comunes –en la producción de aceite de oliva español– las arbequinas, picuales, manzanillas,  cornicabras y hojiblancas.

Esa información te será útil para elegir bien el virgen extra ya que  cada variedad tiene aromas y sabores característicos. Conocer esos sabores nos ayudará a  maridarlos mejor con ciertas elaboraciones.

Por ejemplo, un aceite de oliva virgen extra de la  variedad arbequina suele tener un amargor y picor muy atenuado y gusto a frutas maduras.  Es perfecto para la repostería o platos de sabor más delicado. Si queremos dar intensidad a  los platillos podemos recurrir a la variedad picual, que suele añadir notas más verdes a  nuestra elaboración, con un amargor y picor mucho más evidente. Esto lo convierte en el aliño  perfecto pues por sí solo crea una experiencia sensorial que pocos productos poseen. 

Es importante saber que, gracias a esa enorme gama de sabores, se puede aprovechar para  más cosas de las que crees, como panqué, helados, bebidas, aderezos y aromatizante de  alimentos. 

Saborea la vida y el aceite de oliva para comprar el mejor

Cada vez es más común que el aceite de oliva venga en envases oscuros que no permiten  ver su interior. Eso se hace para evitar que la luz, uno de los grandes enemigos de producto,  afecte a su calidad. Pero, si prefieres optar por el cristal transparente, no te dejes engañar  por el color.

El aceite tiene una enorme gama de colores que viene determinada por la fecha  de recolección, la variedad, el lugar de cultivo, la climatología, etc. Así, podemos encontrarlo en colores que van desde el verde intenso hasta el amarillo pajizo. Y uno no es mejor que  otro. 

Saborea la Vida es una iniciativa de aceites de oliva de España con la colaboración de la Unión Europea.