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La vida después de la cuarentena

¿Te acuerdas que estabas haciendo en el verano 2019? Si eres de los afortunados que estaba viajando, teniendo experiencias gastronómicas inolvidables y conociendo culturas nuevas entonces estos meses te deben de parecer muy diferentes. Estamos viviendo algo fuera de lo común, un periodo de nuestra vida del que las generaciones futuras siempre se acordarán. ¿Volveremos a la normalidad? No sabemos, nadie lo sabe, nadie tiene ese poder.

Lo máximo que podemos hacer son proyecciones sobre como creemos que será ‘la nueva normalidad’ pero sin ninguna certeza. No debemos caer en pánico por las ideas pesimistas del futuro, claramente va a haber un cambio, pero no todo tiene porque ser negativo. En las crisis siempre existen oportunidades, algunas de las empresas más relevantes de nuestro día a día fueron fundadas después de la recesión del 2008: Whatsapp, Groupon, Uber, Instagram, Pinterest, etc. ¿Y tú, ya encontraste la oportunidad dentro de la crisis?

El coronavirus fue un golpe brutal para la industria restaurantera, miles de personas perdieron sus empleos y muchos restaurantes no se podrán recuperar. Aquellos que con trabajo y esfuerzo consiguieron mantenerse a flote, tuvieron que modificar su manera de servirle a la gente y fue entonces que la comida para llevar y a domicilio tomaron un papel fundamental en esta historia. Sin embargo, hubieron dos variantes que siguieron presentes para que el comensal estuviera satisfecho con el restaurante: calidad y servicio.

El hecho que los clientes coman en su casa y no en un establecimiento, no fue sinónimo de bajar los estándares, al contrario, la presentación, el sabor y el buen servicio al cliente siguieron siendo protagonistas. No todos los restaurantes tuvieron la capacidad de transformar su negocio, algunos lo intentaron y fracasaron. Recibir a los repartidores con las uñas negras y el tapabocas manchado, no fue una gran carta de presentación y por supuesto no volvimos a pedir de ese restaurante. Lo mismo aplica con los platillos, no podía venir desparramado en la caja de plástico, a nadie se le antoja. Aunado a eso, la palabra clave para cuando los restaurantes reabran será: higiene. La higiene siempre había sido importante pero ahora es imprescindible, desde la cocina hasta el plato final.

¿Volveremos a viajar? ¡Por supuesto! ¿Va a ser diferente? No sabemos hasta que punto, en un principio si. Retomar los viajes será como el antes y después del 9/11, el atentado en Nueva York que dejó a todo el mundo conmovido y trajo una serie de políticas en los aeropuertos nunca antes vistas. En mi último viaje a Los Ángeles, fui testigo de los cambios: tapabocas presente durante todo el vuelo, gel antibacterial por doquier, tomas de temperatura antes de entrar a los lugares, falta de valet parking, no más de dos personas por elevador, etc.

No hay que vivir en el miedo, en el momento en que las autoridades de sanidad digan que podemos viajar, hagámoslo. Cada quien va a decidir cómo vivir su post-cuarentena y lo que me gustaría decirles es: vivan, viajen a donde no habían podido ir por falta de dinero o tiempo. Ahorita hay oportunidades espectaculares, hay que reactivar nuestras vidas y a la vez apoyar a la economía de México. Muchas cosas van a cambiar, pero nos podemos acoplar porque como dice Darwin: El más fuerte no es el más inteligente, sino el que primero se adapta.

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