Porque no todo es con tinto, hoy te enseñamos cómo preparar una sangría blanca que queda bien con las frutas de la temporada y es perfecta para abrir boca un día de calor.
Recomendamos utilizar un vino afrutado con buen nivel de acidez y nada de barrica. En caso de que encuentres un vino espumoso sin denominación de origen y que se te antoje para mezclar, también es una buena idea.
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Cómo hacer sangría blanca
Hay dos vías para lograr esta receta: la que tiene burbujas y la que no las tiene. Los elementos para hacer tu coctel más sparkling son el agua mineral y el refresco (también el vino espumoso si así lo quieres). Si no eres fan de la soda mejor sustituye el refresco por jugo, ahórrate el agua mineral y utiliza vino sin gasificar.
Las frutas son orientativas; más bien, elígelas de acuerdo con tus gustos. Eso sí: piensa en opciones que se complementen bien entre ellas; por ejemplo, la dulzura del durazno va bien con algún cítrico y la acidez de fresas contrastan a las notas de la manzana. Aprovecha lo que tengas a la mano y también aquello que esté en temporada para que te quede más rico.
- 1 botella de vino blanco seco
- Refresco de limón o toronja
- Splash de agua mineral
- 1 durazno en cubos
- 2 kiwis en cubos
- Uvas en mitades
- Mango en cubos
- Fresas fileteadas
- Hielo
PROCEDIMIENTO
- Picar todas las frutas y colocar en una jarra.
- Servir el vino y dejar macerar todo durante 20 minutos.
- Agregar el refresco y revolver para que se integre todo.
- Terminar con hielos y un splash de agua mineral.
- Servir en una copa y terminar con una cucharada de las frutas en cubos.
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