Uno de los sustitutos de la leche de vaca más popular es la leche de almendra, ideal para los que son intolerantes a la lactosa. En realidad estamos ante una bebidas de origen vegetal en el que las semillas son licuadas en agua y luego coladas.

Aunque de manera natural este tipo de leche no aporta calcio como lo hace la de origen animal, sí es posible encontrar otra clase de vitaminas antioxidantes, como es el caso de la A o la E. Además son una importante fuente de fibra, con un alto porcentaje de azúcares, en comparación con la leche de vaca que no la tiene, y poseen menos grasas saturadas y menos colesterol, lo que las hace una opción muy healthy. Aquí te decimos cómo prepararla de manera casera.

Porciones: Para 2 personas

Ingredientes

• 10 almendras
• 1 cucharada de ajonjolí
• 1 cucharada de amaranto
• 2 cucharadas de miel
• 2 tazas de agua.

Elaboración

Calienta agua en una cacerola, cuando comience a hervir agrega las almendras y apaga el fuego. Deja reposar por 5 minutos o hasta que la piel se desprenda. Escurre y pela.

Licúa todos los ingredientes hasta que tome una consistencia homogénea. Pasa la lechada por un colador fino o si lo prefieres sirve así para aprovechar la fibra.