Al igual que otros frutos secos, la avellana (nativa de Asia) es rica en antioxidantes y eficaz para la prevención de padecimientos cardiovasculares, como arteriosclerosis, infartos e hipercolesterolemia. Además es muy recomendable para deportistas, personas con mucha actividad intelectual y niños pequeños. Aquí te decimos cómo aprovecharla como ingrediente en esta deliciosa tarta de calabaza.
Porciones: 8. Tiempo: 50 minutos.
Ingredientes
- 600 g de calabaza de Castilla
- 300 g de azúcar mascabado
- 2 yemas de huevo
- 125 g de avellanas molidas
- 1 cucharadita de canela en polvo
- Ralladura de un limón
Elaboración
Pela la calabaza y métela al horno. Ásala a temperatura media durante 1 hora; deja enfriar. Quita las semillas de la calabaza y licúala. Vierte el puré en una cacerola y añade el azúcar; cocina a fuego medio hasta que espese.
Bate las yemas y añádelas a la cacerola, remueve constantemente para evitar que el puré se pegue. Agrega la ralladura de limón, la canela y las avellanas, mezcla bien durante 5 minutos y aparta del fuego.
Vierte la pasta de calabaza en un molde previamente engrasado. Espolvorea un poco de azúcar encima y mete al horno a 150°C durante 15 minutos.
Saca del horno, deja enfriar y desmolda.
Ideal para maridar con
Vinos espumosos blancos; vinos tintos jóvenes.
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