Dónde comer muy bien en el Centro Histórico de la CDMX
Aquí te compartimos algunos de los mejores lugares para comer mientras disfrutas del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Salir a comer en familia suele ser todo un tema, en especial si van niños. Es bastante común que para evitarse problemas con sus hijos, los papás opten por lugares donde se ofrezca el clásico menú infantil y que la mayoría de las veces incluye pasta, hamburguesa, hot dog o nuggets con papas.
Aunque no es malo recurrir ocasionalmente a este tipo de alternativas, en realidad lo ideal es enseñar a los niños desde pequeños a comer lo mismo que sus padres. Es algo formativo, pues al probar nuevos sabores, desarrollarán un sentido de aprecio y respeto por todo lo que involucra la comida, lo cual no solo significa disfrutar de un alimento, sino también aprender a compartir un rato agradable con los demás.
Por eso, no pierdas de vista las siguientes recomendaciones de lugares a los que puedes ir en tu próxima salida familiar y en los que además comerás bien.
Ubicado dentro de Vía Santa Fe, es opción a considerar para un desayuno o almuerzo de fin semana, en un espacio classy, agradable y de buen gusto. Entre las creaciones mexicanas e internacionales que la chef Ana Martorell interpreta con un toque moderno, no te pierdas los huevos benedictinos o el acai bowl. Si vas a la hora de la comida, la hamburguesa Aida y los tacos de lechón son muy recomendables (deja sitio para probar sus originales postres).
El carismático chef bilbaíno Gorka Bátiz está detrás de los fogones de este fino y contemporáneo lugar de Las Lomas. Aquí disfrutarás de platillos con clara influencia vasca basados sobre todo en pescados y mariscos de primera calidad, como los langostinos al ajillo o el arroz caldoso con bogavante. Además de su profesional servicio y acertada carta de vinos, tiene área infantil los fines de semana.
Si buscas algo por el rumbo de Polanco y tienes antojo de cocina del Medio Oriente, este es un buen spot para iniciar a tus hijos en los sabores especiados y exóticos que la caracterizan. Su chef propietario, Guli Dabas, recrea con toda pasión pequeñas botanas, sabrosas salsas y platos pensados para compartir entre los que sobresalen las costillas de cordero, falafel o kebab. Como postre, el manjar del desierto (helado de vainilla, miel de dátil casera y nuez) es imperdible.
Su menú es internacional, mientras que el ambiente es familiar y relajado. Destacan los insumos de huerto propio y los originales platillos de autor del Chef Atzín Santos, dándole un refresh a la cocina de este clásico. Variada carta de vinos. Buen costo-beneficio. Y tiene área y menú infantil.
Confortable y casual, con cierto aire campirano, un lugar en Masaryk que se presta para disfrutar y compartir la bien lograda comida de hogar de Mikel Alonso y Gerard Bellver, sus chefs propietarios. De su menú te recomiendo el salpicón de pulpo con pimiento asado y guacamole de aceituna, el pollo orgánico al horno con verduras o la pesca del día en salsa de espárragos con almejas. El plus: las aguas frescas (un must) y el equilibrado costo-beneficio.
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Santa María la Ribera, fundada en el siglo XIX, es una de las primeras colonias fuera del centro histórico de la Ciudad de México.