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Esto necesita el vino mexicano para crecer, según Pedro Poncelis

Cortesía

La calidad del vino mexicano es cada vez más competitiva, colocándose incluso este año en el top 10 de los países más premiados en el Concours Mondial de Bruxelles. Sin embargo, para el sommelier Pedro Poncelis, quien tiene más de 30 años siendo parte del escenario vinícola de México, el trayecto aun es largo.

Estadísticamente, en el país hay pocos viñedos, en comparación con otros lugares del mundo. De acuerdo con datos de la Organización Internacional del vino y la vid, México cuenta con apenas 33 mil hectáreas de viñedo plantado, de las cuales solamente 6 mil corresponden a vitis vinífera, lo cual es menor frente a la demanda del mercado.

“Para crecer tenemos que plantar, pero es complicado: tan solo una hectárea de viñedo, dura y sin plantas, cuesta 150 mil dólares, por lo menos. A partir de ahí se debe de habilitar, plantar, construir y esperar por lo menos 4 años para que salga la primera planta”, comenta Poncelis, quien en su trayectoria tiene logros como haber sido el inaugurador de la cava del hotel Presidente Intercontinental, la más grande de América Latina.

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Como uno de los grandes expertos catadores del país, Poncelis considera que la calidad de los vinos nacionales es equivalente a los mejores vinos de Europa, aunque subrayó que hay que tener en cuenta que el aspecto natural en la bebida es determinante.

“No es que cambie la calidad de un año a otro, es que el clima lo hace y por consecuencia la uva también”, explica. “Por eso los europeos califican sus cosechas cada año, porque aunque la tierra, las uvas, las plantas y las técnicas sean las mismas, el vino varía de una añada a otra”.

La diversidad del vino mexicano

De acuerdo con Poncelis, los vinos mexicanos están caracterizados por la diversidad. “Los productores quieren la libertad de estar trabajando, generando ideas, marcas y mezclas. Dejando que el mercado decida qué le gusta”. Además el crecimiento de distintas zonas vinícolas en el país lo emociona, tales como Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro que ya los menciona como una realidad y partes sustanciales del boom del vino mexicano.

“A esto ya no lo detiene nadie, aunque tenemos (los consumidores) que parar el malinchismo, aspirar al aumento del consumo per cápita y crecer el porcentaje del mercado del vino mexicano sobre el extranjero”, apunta Poncelis.

Poncelis también es emprendedor, ya que desde el 2009 formó la vinícola D’Poncelis, un proyecto familiar para producir vino y etiquetas propias, de las cuales podemos destacar tres: D’ Poncelis, Cabernet Sauvignon + Tempranillo; D’ Poncelis, Syrah + Grenache + Mourvedre; y Rosalinda.

 

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