Chiapas es sin duda, uno de los estados más fascinantes de México, no sólo por su historia y sus bellezas naturales, sino también por su gastronomía milenaria y sus catorce pueblos indígenas que, en combinación con las tradiciones católicas, llenan de folklor y alegres fiestas este estado ubicado al sureste de nuestro país. A continuación, algunas recomendaciones para que su experiencia en este destino sea fuera de serie.

Villahermosa y Palenque

Volar a Villahermosa, Tabasco es una muy buena opción, al llegar, sugiero rentar un coche, ya que será indispensable para este viaje. No olviden visitar las Grutas de Coconá y las Cascadas de Agua Blanca. Al partir a Chiapas, que está a cuatro horas de distancia, aproximadamente, pasar a Palenque, uno de los centros arqueológicos más importantes de nuestro país.

San Cristobal de las Casas

En Chiapas sugiero empezar en San Cristobal de las Casas, un pueblito que los dejará sin aliento ya que es sumamente pintoresco y con mucho ambiente. Visitar la Catedral de San Cristóbal Mártir y el Templo y Ex Convento de Santo Domingo es un must, pues es parte fundamental de su historia. Para comer, comprar artesanías, visitar galerías, pasear e incluso hospedarse, no olviden recorrer las calles peatonales principales que son Eclesiástico y Real de Guadalupe. Otra cosa que vale mucho la pena es el Centro de Textiles del Mundo Maya y el Museo del Ámbar.

San Juan Chamula

Esta población, ubicada a solo 10km de San Cristóbal de las Casas, está regida por los usos y costumbres de sus habitantes tzotziles, una etnia de la sierra chiapaneca que conserva muchas de sus tradiciones prehispánicas. El Templo de San Juan Bautista es un must ya que en él se mezclan las creencias antiguas con los ritos católicos. Cerca queda Zinacantán para comprar textiles 100% artesanales y en cualquier región tzotzil no dejen de probar el pox, un licor típico de los Altos de Chiapas. En muchas tiendas de textiles y artesanías lo ofrecen como cortesía.

Cascadas de Agua Azul, Lagunas de Montebello y el Cañón del Sumidero

Probablemente de lo más sonado, pero con justa razón. Estas son tres reservas naturales imperdibles que caracterizan el viaje de cualquier persona a Chiapas. En ambos lugares se pueden encontrar alojamientos de camping para estar en plena conexión con la naturaleza, así como distintas actividades al aire libre.

Tour por la Selva Lacandona

Agendar una caminata por la selva para conocer su flora y fauna en compañía de un guía lacandón, así como visitar los sitios arqueológicos de Bonampak o Yaxchilán (al que sólo se puede llegar en lancha) es un must. Para los más aventureros, hospedarse en una comunidad lacandona es posible y será una experiencia inolvidable.

Finca Cafetalera y Chocolate

Chiapas es reconocido a nivel mundial por la gran calidad de su café, así es que, si esta bebida es lo suyo, tienen que visitar una finca cafetalera en la región, donde además de probarlo más fresco que nunca, también aprenderán sobre su proceso desde la recolección hasta la taza. Para acompañar su cafecito, no olviden que la civilización maya consideraba al cacao uno de sus tesoros más preciados, pueden pedirlo tan amargo como gusten y combinado con especias.

Tapachula, Perla del Soconuscio

Tapachula es el destino perfecto para los amantes del buen comer, su gastronomía es una de las más ricas del estado con grandes influencias guatemaltecas y asiáticas. Los platillos que no se pueden perder son el caldo de shuti (sopa de caracol de río), la sopa de chipilín (una planta local), el estofado de pollo, el pescado en chumul, los palmitos guisados, el cochinito horneado, el pavo en mole, la sopa de pan de manteca, el café, el atole y el agua de chicha.