Si algo hay que celebrar es que la industria del tequila en nuestro país se ha vuelto cada vez más sofisticada, más vanguardista, más compleja y, por lo tanto, este amor que tenemos en México por nuestra bebida icónica cuenta cada vez con productos de mayor calidad y diversidad.

Y para muestra de esta complejidad y búsqueda de nuevas notas, añejamientos y procesos, Maestro Dobel 50 ha lanzado al mercado tres ediciones especiales y de colección que conmemoran y honran los acontecimientos más importantes del país y el mundo, ocurridos 50 años atrás.

Sus ediciones ultrapremium de Maestro Dobel 50 -1967, 1968 y 1969- son el resultado del perfeccionamiento que ha tenido Cuervo y sus maestros tequileros para llevar a otro nivel los procesos de añejamiento de un tequila, buscando indagar en las notas y esencias que dejan las barricas y el tiempo en esta bebida.

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Maestro Dobel 50 –1967

Esta etiqueta es un tequila extra añejo que integra los mejores tequilas añejados por más de 6 años en barricas de roble americano y roble francés, y un reposo en barricas de Jerez que les da un cuerpo robusto y notas muy marcadas a chocolate y café, dátiles y caramelo. Este tequila busca conmemorar el precedente histórico que fue el año 1967 en cambios globales en el mundo. 

Maestro Dobel 50 -1968

El tequila conmemora la ruptura que significó para México ese año: su despertar social, su solidaridad y los acontecimientos que relevantes como la creación del diseño de la bandera que hoy nos representa y también que, por primera vez, un país de habla hispana fuera sede de los Juegos Olímpicos. Inspirado en ello, Dobel 50 realizó un tequila extra añejo diferente, producto de una maestría en el añejamiento en barricas de roble francés y americano, pero terminado en barricas que alojaron Armagnac, lo que le confiere notas de frutos secos, higo, madera tostada y vainilla.

Mestro Dobel 50 -1969

Para muchos, este año representó un parteaguas en la era de la tecnología y exploración espacial. El Hombre llegó a la luna y, en México, fue un año de cambios y modernización porque se inauguró el transporte colectivo metropolitano mejor conocido como “Metro”, o la llegada de la televisión a color. Estos hechos inspiraron esta edición excepcional que integra tequilas añejos, envejecidos en barricas de roble americano y francés, y terminados en barricas que albergaron Sauternes. Gracias a la cuidadosa cocción de los agaves en hornos de mampostería, este tequila se rodea de aromas a flores blancas, avellanas y granos tostados de café que le otorgan un carácter único. 

¡Salud por un tequila que conmemora la historia de México y el mundo a través de la maestría y el gran sabor!

Por Amilcar Olivares