Festival de la trufa en Quattro: el mejor pretexto para una rica comida italiana
Durante diciembre y enero está el festival de la trufa en Quattro, un gran motivo para disfrutar cocina italiana auténtica.
Si bien es cierto que los aceites extraídos de semillas o vegetales aportan mayores beneficios a la salud que los de origen animal, también lo hace el hecho de conocer la mejor manera de emplearlos.
El aceite de oliva es el top de la gastronomía por su contenido de nutrientes, antioxidantes y ácido oleico que promueve la producción de colesterol bueno. Considerado el más saludable por su alta resistencia a la oxidación e ideal en temperaturas medias de cocción, destaca el extra virgen, que por su proceso de extracción mantiene la calidad de sus propiedades.
Base de la dieta mediterránea, el aceite de oliva se consume crudo ya sea en conserva, como aliño o combinado en vinagretas y salsas, así como en diferentes guisos, horneados, asados, salteados o frituras. Siempre es bienvenido en una ensalada, un pan impregnado, un escabeche o salteado de verduras.
Por su parte, el aceite de coco proporciona ácido fólico, mejora la función cerebral y se digiere fácilmente. Su alto contenido de grasa saturada evita que enrancie y propicia el cocimiento a altas temperaturas sin perder sus propiedades. Su fuerte sabor entre afrutado y dulce otorga un sello exótico a los guisados, mientras que en frío como aderezo, ingrediente de smoothies o cereales con leche caliente ofrece un toque dulzón.
Es favorito de la cocina asiática y del Caribe pues combina idealmente sabores salados y dulces. Para evitar endulzar asados y frituras debe calentarse lo suficiente; es bien visto como sustituto de mantequilla y de preferencia utilizar el virgen y orgánico.
Si de particular y aromático se trata, el aceite de ajonjolí, es el protagonista; también consentido de la cocina asiática. El organismo se beneficia de su alto contenido en proteínas, vitamina E, omegas 3 y 6 y del sesamol, poderoso antioxidante. Para aliñar o aderezar en frío se recomienda el de ajonjolí tostado cuyo sabor, entre ahumado y tostado, se encarga con apenas unas gotas de dar el toque final a ensaladas, guisos o salteados. En caso de cocinar es mejor el virgen y prensado en frío.
Por último, el aceite de cártamo aporta vitamina E, gran cantidad de nutrientes y concentración de omega-6. Destaca por su sabor más neutro y baja concentración de grasas saturadas favoreciendo al cuidado del sobrepeso. Al cocinar mantiene un alto punto de humo y sabor neutro, preferible para dorar, cocer o aliñar en crudo.
Durante diciembre y enero está el festival de la trufa en Quattro, un gran motivo para disfrutar cocina italiana auténtica.
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