A orillas de la costa oaxaqueña en Puerto Escondido, se ubica Casona Sforza, un hotel boutique que combina confort y elegancia en un entorno donde la naturaleza y el diseño estimulan los sentidos. Diseñada por Ezequiel Ayarza Sforza y el arquitecto Alberto Kalach, esta propiedad refleja un fuerte compromiso con la conservación ambiental, la revaloración de las raíces y el desarrollo de la comunidad local.

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Lujo sostenible y arquitectura vernácula en Casona Sforza

La arquitectura de Casona Sforza destaca por sus arcos y bóvedas, integrándose armoniosamente con el paisaje de Puerto Escondido. Sus espacios luminosos, en tonos terracota, y la terraza con piscina concéntrica se complementan con un paisaje que incluye plantas endémicas como majaguas, tabachines, mezquites y huizaches.

Las 11 suites abovedadas y las áreas comunes se distinguen por su estética bohemia. Con colores neutros, maderas tropicales y texturas naturales, crean un ambiente de sencilla elegancia y conexión con el medio ambiente. Además, todas las habitaciones están equipadas con aire acondicionado, un detalle que se agradece especialmente en los días calurosos.

En este paraje de la costa oaxaqueña, donde el río Colotepec se encuentra con el mar, el confort se entrelaza con el respeto por la naturaleza, ofreciendo una experiencia de lujo sostenible y atención personalizada. Aquí, el lujo no reside en el glamour ostentoso, sino en la sencillez y la armonía con el entorno.

La Bóveda: cocina franca del mar y la tierra

Lo que para nosotros definitivamente se llevó las palmas fue toda la experiencia gastronómica en su restaurante La Bóveda. Los chefs Vanessa Franco y Andrés Trujillo, que además de ser esposos y responsables de la comida salada y dulce respectivamente, son ex colaboradores de Máximo Bistrot, lo cual se nota ampliamente en toda su ejecución. Actualizan el menú cada temporada, utilizando productos frescos y de estación para garantizar que cada plato refleje los sabores únicos de la época del año. Esta colaboración con cooperativas y productores locales asegura una experiencia auténtica y sostenible.

Algunos de los platillos que probamos y más nos gustaron fueron las ensaladas, el tiradito de pescado con emulsión de hormiga chicatana, la tostada de camarón, la milanesa de camarón, la pizza de salami con miel y los camarones zarandeados. En la parte dulce, el panqueque argentino, que consta de unas crepas con cajeta, y el pan francés, ¡de concurso!

La propuesta se complementa con una carta de vinos nacionales e internacionales cuidadosamente seleccionados, que incluyen tanto clásicos como innovaciones en vinos naturales y orgánicos. En el bar, los cócteles tradicionales se reinventan con ingredientes de alta calidad, como el negroni con Vermouth Antica y su versión del Manhattan, además de una selección de mezcales oaxaqueños artesanales.

Casona Sforza destaca por su compromiso con la sostenibilidad, rindiendo homenaje a la belleza natural y al entorno de Puerto Escondido. La arquitectura vernácula crea un ambiente evocador y singular que, junto con el servicio amable, garantiza una estancia cálida y acogedora.

Para más información, visita su página web.

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