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Los moles mas ricos de Oaxaca

Foto: Levadura de Olla

Oaxaca es ese lugar paradisiaco en donde comer cualquier mole es garantía. Cada receta es valiosa pues implica horas de trabajo en las que se preparan, tuestan y muelen a mano hasta cincuenta ingredientes diferentes.

Hay quienes dicen que aquí solo hay siete moles para probar pero hay mucho más allá de los genéricos –negro, coloradito, chichilo, verde, rojo, manchamanteles y amarillo–. Nuestra recomendación es que explores recetas diferentes, ingredientes, cocineras e historias y que te dejes sorprender por las diferencias de cada uno.

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Dónde comer mole memorable en Oaxaca

LAS QUINCE LETRAS

Llegar a la capital y no visitar el restaurante de Celia Florián es como no haber ido. Y es que esta mujer no solo cocina de forma magistral sino que encabeza la asociación de cocineras tradicionales de Oaxaca que cada año presenta muestras gastronómicas de todas las regiones oaxaqueñas.

Aquí te recomendamos la trilogía de moles que trae negro, coloradito y almendrado. Este último es digna de una ovación de pie.

Dirección: Mariano Abasolo #300 col. Centro

LOS DANZANTES

Uno de los grandes aciertos de este restaurante –que, por cierto, tiene frente a la Parroquia de Santo Domingo y una panorámica que merece la pena disfrutar– es la manera en la que se aprovechan los ingredientes de todas las regiones del estado.

No solo encontrarás los clásicos sino algunas interpretaciones de la Costa, moles con chiles endémicos y adobos que merecen la pena para patinar el plato con una tortilla o un panecito.

Dirección: Corredor Macedonio Alcalá #403 col. Centro

LA CATEDRAL

Mole negro con tasajo o cecina enchilada… ¿qué plato hay que grite Oaxaca más que ese? La sazón está al punto: hay equilibrio entre la terrosidad de las cenizas, dulzura por las frutas, mucho humo y la pungencia justa.

Dirección: Manuel García Vigil 105, Centro

LOS PACOS

Uno de los templos dedicados al mole es, sin duda, Los Pacos. No solo porque lo presentan con la majestuosidad que se merece sino porque su sampler de degustación es perfecto para no quedarse con ningún antojo.

Dirección: Av. Belisario Domínguez 108, Reforma

LEVADURA DE OLLA

Amplio lugar que propone la cocina de los traspatios en las casas del interior del estado. Thalía Barrios estudió cocina pero creció en contacto con la pequeña huerta de su abuela, en la que descubrió, entre otras cosas, el valor de cada especie de tomates y chiles.

De aquí vale la pena probar el mole de guayaba con camarón que es algo completamente distinto a lo que estás acostumbrado: tonos dulces, ácidos, mucho humo y un contraste con la proteína muy interesante. También vale la pena el mole de Mayordomía, que presenta al coloradito y al negro en un mismo plato, con diferentes guarniciones.

Dirección: Manuel García Vigil 304, col. Centro

ALFONSINA

El patio de una casa se convirtió en un lugar de culto para probar cocina oaxaqueña tradicional. Aquí las enmoladas, los aromas a leña y la espuma del chocolate de agua son constantes y recomendamos darse el tiempo para disfrutarlos.

Está ubicado de camino al Aeropuerto así que, ya sea que llegues o te vayas, si vas por aire, es una excelente parada.

Dirección: García Vigil 183, 71232 San Juan Bautista la Raya

TIERRA DE SOL

Uno de los spots más populares en Oaxaca desde hace un par de años. La chef Olga Cabrera presenta cocina mixteca y, por lo tanto, los moles tienen matices completamente distintos a los que suceden en los Valles Centrales. Durante octubre y noviembre es imperdible el mole de caderas y su interpretación más tradicional en huachimole. Este platillo se prepara con chivo, chile costeño y guaje.

Otra opción imperdible es el mole tres generaciones con guajolote que es herencia de la abuela de la chef.

Dirección: Reforma 411 col. Centro

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