Nacido en 1927 es uno de los hitos de la ciudad. Su ubicación es ideal, cerca de Central Park,  entre las avenidas Quinta y Madison. A pesar de haber sido remodelado, permanece su ambiente clásico y elegante que a la vez es acogedor y tranquilo.

La decoración es lujosa, distinguido por su calidad, servicio y atención de primera. Las habitaciones, decoradas individualmente, son amplias, muchas de ellas con chimenea y terraza.

Cuenta con un gimnasio bien equipado. Recomendables, su restaurante francés con toque mediterráneo Majorelle y el Pembroke Room para tomar el té. Aceptan mascotas, cuentan con camas, servicio de veterinario, baño y arreglo, e incluso un menú especial.

Fotos por The Lowell Hotel