La República Dominicana es uno de los lugares donde la tradición del ron ha forjado parte de la historia cultural y económica de este destino.

Para dar una mirada profunda a la historia de este licor -cuyos primeros registros datan de 1650- nos adentramos en el Museo del Ron Dominicano, una parada imprescindible si visitas la capital de Quisqueya, Santo Domingo.

En el recinto, propiedad del empresario José Alberto García, se repasa el desarrollo de las familias que, desde el siglo XIX, forjaron la industria de la destilería y la caña de azúcar en el Caribe.

Además de probar por lo menos tres sabores distintos del Ron del Museo (el cual se destila ahí mismo, entre las habitaciones que conformar el recorrido), podrás observar ejemplares de los primeros aparatos y la maquinaria que se utilizó para generar las primeras botellas de ron.

Flaquer, Brugal, Barceló y Bermúdez son algunas de las familias que ayudaron a forjar el imperio del ron dominicano que ahora se exporta a todas partes del mundo, y en el Museo del Ron se puede entender por qué. Además, ejemplares de estos rones están a la venta, incluso más baratos que en tiendas aledañas.

El museo del ron cuenta, además, con un club para los fanáticos de esta bebida, un complemento muy peculiar para ampliar la cultura de catadores y de los turistas que buscan los mejores sabores de ron en la ciudad.

Cronología expuesta en el Museo del Ron

1492: Colón trae la primera planta de caña de azúcar a América.

1501: Con mano de obra esclava se implanta el primer Cañaveral.

1655: La marina británica ordena una medida de ron entre los marineros, que estuvo vigente hasta 1970.

1661: Primera mención oficial de la palabra RUM, que venía de Rumbillion, el entonces gobernador de Jamaica.

1837: Cuba introduce el primer ferrocarril para el transporte de la caña y alcohol.

1880: Andrés Brugal se establece en Puerto Plata, República Dominicana. Ahí, desarrolla cinco variedades de ron.