Cocinar con vino puede transformar completamente tus platos, aportando ricos sabores y una profundidad que el agua o el caldo simplemente no pueden igualar. Si bien puede parecer un arte reservado para chefs experimentados, te sorprendería lo fácil que es incorporar vino en tus recetas diarias.

En esta nota, te compartimos algunos consejos prácticos para elegir el vino adecuado y técnicas para usarlo en la cocina, asegurando que cada plato salga delicioso y lleno de sabor.

TE INTERESA: 4 COCTELES CON VINO TINTO QUE DEBES PROBAR

Los tips que necesitabas para cocinar con vino

1. Elige el vino correcto: No es necesario usar un vino extremadamente caro, pero sí uno que disfrutarías bebiendo. El sabor del vino se concentra al cocinar, así que evita vinos de baja calidad que puedan aportar sabores desagradables a tus platos.
2. Uso moderado: El vino debe complementar y no dominar un plato. Comienza añadiendo pequeñas cantidades y ajusta según tu gusto. Recuerda, siempre puedes añadir más, pero no puedes quitarlo una vez que está en la sartén.
3. Tiempo de cocción: Añade el vino al principio del proceso de cocción para platos cocinados a fuego lento, como estofados y salsas. Esto permite que el alcohol se evapore y que los sabores se mezclen bien con los demás ingredientes.
4. Reducir para intensificar: Deja reducir el vino a fuego lento antes de añadir otros líquidos. Esto concentra los sabores y reduce la acidez, lo que resulta en un gusto más suave y redondo.
5. Maridar con ingredientes: Considera los sabores principales de tu plato al elegir el vino. Los vinos blancos, como el Chardonnay o el Sauvignon Blanc, generalmente van bien con pollo, pescado y verduras, mientras que los vinos tintos, como el Merlot o el Cabernet Sauvignon, son excelentes para carnes rojas y platos robustos.
6. Cuidado con los taninos: Los vinos con alto contenido de taninos pueden volverse amargos con la cocción. Si estás cocinando con tinto, opta por vinos más suaves o asegúrate de cocinarlos suficiente tiempo para suavizar su amargor.
7. No olvides los dulces: El vino también puede ser un gran aditivo para postres. Un buen vino dulce, como un Moscato o un Oporto, puede elevar un postre sencillo a algo extraordinario.
8. Experimenta: No tengas miedo de experimentar con diferentes tipos de vino para descubrir qué combinaciones funcionan mejor con tus recetas favoritas.

¿Buscas recomendaciones de toda la Comunidad MB? Únete a nuestro grupo en Facebook.