Las diferentes formas del sushi y cómo comerlas
¿Te ha pasado que llegas a un restaurante japonés y no sabes qué es cada cosa del menú? Te ayudamos a descifrarlo y elegir lo que realmente quieres.
El gusto es un fenómeno complejo ya que no experimentamos la sensación a través de un solo sentido (como lo haríamos cuando vemos algo usando nuestro sentido de la vista), sino que está compuesto por los cinco sentidos que trabajan juntos para permitirnos apreciar y disfrutar la comida y la bebida. La inspección visual inicial de lo que vamos a comer es muy importante, ya que es la que toma la decisión sobre si comerla o no. Luego, al comerla, el olor y el gusto se combinan para que podamos percibir su sabor. Mientras tanto, la mezcla de ingredientes, textura y temperatura pueden impactar aún más en cómo lo experimentamos.
Desafortunadamente, esto significa que perder cualquiera de nuestros sentidos, particularmente el olfato o el gusto, puede reducir el sabor de la comida. Piensa en la última vez que tuviste gripa o la nariz tapada. Es probable que la pérdida temporal del olfato cambie la forma en la que nos sabe la comida al grado de reducir nuestro apetito.
Un fenómeno similar ocurre cuando envejecemos. A medida que crecemos, es más difícil notar sabores. Algunas mujeres pueden comenzar a perder sus papilas gustativas a los 40 años. Para los hombres, el cambio puede ocurrir a los 50 años. Además, las papilas gustativas que quedan pueden reducirse y volverse menos sensibles. Los sabores salados y dulces tienden a debilitarse primero y posteriormente las amargas y agrias.
Tu sentido del olfato también puede disminuir. Es más fuerte cuando tenemos entre 30 y 40 años, entonces comienza a debilitarse y algunas personas mayores eventualmente lo pierden. Cuando esto sucede y el olfato ya no es capaz de detectar ni discriminar entre diferentes olores, afecta nuestra percepción del gusto. La disminución de la sensibilidad del sentido del olfato con la edad se debe a varios factores, incluida una reducción en el número de receptores olfativos, que reconocen diferentes moléculas de olor.
Si tienes problemas para oler y probar tu comida, intenta agregar color y textura para que se vea más interesante. Con estos colores y sabores fuertes puedes elevar tu comida a un grado aceptable para tus papilas gustativas sin importar la falta de sentidos. Por ejemplo, intenta incluir verduras de colores brillantes como zanahorias, papás, brócoli y tomates. Además, si tu dieta lo permite, condimenta tus alimentos con un poco de mantequilla, aceite de oliva, queso, nueces o hierbas frescas como salvia, tomillo o romero. Para poner un poco de chispa en tu comida, agrega mostaza, pimiento picante, cebolla, ajo, jengibre, diferentes especias o jugo de limón.
Esta situación no es igual para todos y hay medidas que podemos tomar para alentar este proceso. El usar ingredientes más fuertes y con más color nos mantendrán interesados en la comida. Sin embargo, no son la respuesta, ya que no podemos batallar contra la edad, pero podemos tomar las siguientes medidas para cuidar el sentido del gusto: