Aunque sobre su lugar de origen existen toda clase de historias, desde hace varios años la guayabera ha marcado toda una tendencia en moda especialmente para eventos o reuniones de trabajo en climas calurosos y tropicales, tanto que para muchos es un must have imprescindible del guardarropa. Para que la luzcas con estilo toma nota de estos cinco consejos.

Una guayabera hecha a tu medida,

Es lo ideal, pero si no es así y la vas a comprar considera que no va ceñida al cuerpo, debe quedar un tanto holgada y siempre usarla por encima del pantalón, nunca fajarla.

Opta por guayaberas fabricadas con fibras naturales

Las recomendadas son las de lino o las mezclas de lino con algodón. Además de ser las más comunes, tener mejor caída y apariencia que las telas sintéticas, harán que te sientas mucho más cómodo y fresco. Solo procura evitar las telas transparentes porque no se ven nada bien.

Para un evento formal de playa a mediodía

Sobre todo en una boda o bautizo, lo adecuado es utilizar una guayabera sin bolsillos y de manga larga con doble puño para mancuernillas. El blanco es el color más elegante y socorrido, pero son válidos los tonos neutros o pastel. Recuerda que los pantalones deben ser de lino y a juego en colores claros (menos blanco) y los zapatos tipo mocasín (no negros) sin calcetines. Si tu evento es por la noche, los colores ad hoc son los oscuros (azul marino, chocolate, gris e incluso negro). Por ningún motivo, uses una guayabera con saco o corbata.

Para ocasiones más casuales e informales

Las guayaberas de manga corta resultan cómodas y presentables para este tipo de ocasiones. De nuevo, las tonalidades neutras y pastel son la opción para mediodía; si te gusta ser un poco arriesgado, puedes elegir por colores más brillantes y alegres como amarillo, naranja, morado o turquesa. En cualquier caso, ten presente que deberán ser combinables con el pantalón que lleves.

En una reunión de trabajo

Inclínate por las guayaberas de manga larga (pueden ser con o sin bolsillos) si tienes un compromiso laboral. Las de color blanco siempre serán un acierto, aunque tampoco está mal si te decides por las de tonos claros (beige, melocotón, azul o gris) combinadas con un pantalón oscuro.