Dentro de las muchas preguntas sin responder que dejamos al aire o para “luego lo investigo” es ¿por qué la comida de los aviones sabe tan diferente? Sus orígenes son un misterio para los pasajeros y no entendemos porque los sabores cambian tanto del suelo al aire.

La producción y venta de alimentos de aerolíneas es una industria global de $13 mil millones de dólares. Se espera que el tamaño del mercado crezca a $18 mil millones para 2021. Esta cifra no tiene sentido si consideramos la comida que nos sirven, pero la realidad es que no es el gran negocio que creemos para las aerolíneas dado a que viene atada de muchos factores negativos que complican su distribución y creación.

Uno de los obstáculos más grandes es lograr que la comida sepa bien. No eres el único que desprecia la comida de los aviones, pero no es la comida a bordo, eres tú. La comida y la bebida tienen un sabor muy diferente a 30,000 pies de altura debido a la humedad y a la baja presión del aire nuestro sentido del gusto y el olfato se ven afectados y la comida no nos sabe igual. A gran altitud, nuestra capacidad para captar sabores dulces disminuye en un 15 a 20 por ciento, mientras que la percepción de salinidad disminuye en un 20 a 30 por ciento. Afortunadamente, las aerolíneas en estos días afirman haber desarrollado menús que tienen en cuenta las peculiaridades de comer a 30,000 pies, optando por platos a base de tomate ya que su sabor parece intensificarse en el cielo.

Como bien sabemos, los aviones no tienen cocinas adecuadas debido a razones de seguridad. En cambio, la comida se prepara antes del vuelo, y solo se puede recalentar una vez a bordo. La tripulación de cabina debe usar un horno que sopla aire caliente y seco sobre los alimentos que necesitan ser calentados. Algunos de los modelos más nuevos tienen hornos de vapor, que son mejores para mantener la comida húmeda.

La posibilidad de una intoxicación alimenticia en un vuelo también es un gran riesgo y es algo que debe evitarse a toda costa. Es por esto que las comidas de los aviones son preparadas por compañías especializadas en catering de aerolíneas con estrictas pautas que rigen la industria. Las comidas deben ser capaces de resistir la cocción, el enfriamiento y el recalentamiento, y aún así deben ser ricas y aptas para el consumo humano, por lo que se necesita mucho tiempo y dinero para hacerlo bien.

La comida de la aerolínea se planifica para que sea agradable para el pasajero promedio, particularmente en clase económica. El menú tiende a consistir en alimentos que la mayoría de la gente estaría dispuesta a comer. Como resultado, las aerolíneas internacionales también tienen diferentes menús para todas sus rutas, con el fin de satisfacer diferentes papilas gustativas y cocinas de todo el mundo. Por ejemplo, cuando viajé a Asia, como parte del menú ofrecían sopas instantáneas de ramen.

Las comidas, generalmente, se preparan 10 horas antes de que el pasajero las ingiera. Otras veces, se pueden preparar hasta 72 horas antes, y después se descongelan. Según las normas internacionales de seguridad alimentaria, las aerolíneas pueden congelar alimentos hasta por cinco días y aún así servirlos de manera segura a los pasajeros.

Otro factor en contra es el tiempo, seas pasajero o personal de una aerolínea, es difícil lidiar con los retrasos en los vuelos. Después de cada vuelo, tiran las comidas que sobraron y si el vuelo se retrasa de seis a ocho horas, también se tira toda la comida, aunque ya se haya cargado en el avión. Se reemplaza toda la carga de alimentos para garantizar la seguridad y la calidad de los mismos.

La próxima vez que te subas a un avión ya sabrás porque tu comida sabe diferente. Tampoco es mala opción que lleves algún snack que te guste, solo recuerda que hay que ser buen pasajero y no llevar algo que tenga un olor fuerte que pueda molestarle a los demás.