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Los inventos de Leonardo Da Vinci ligados a la cocina

De los personajes más famosos a través del tiempo, uno de los más reconocidos es Leonardo Da Vinci. El fue inventor, científico e innovador. Todos lo reconocen por sus pinturas como La Mona Lisa o sus bocetos como el Hombre de Vitrubio, lo que no muchos saben es que también era un foodie para su época. Como buen italiano, disfrutaba sumamente la comida e inclusive creó utensilios que utilizamos en las cocinas modernas.

De sus múltiples prototipos culinarios tres resaltan por ser aquellos que seguimos utilizando hoy. Claro, con diseños modernos que Da Vinci nunca se hubiera imaginado. A nosotros nos pueden parecer rudimentarios, pero para su época eran de lo más avanzado.

La Licuadora

Entre las notas de Leonardo encontraron el dibujo de una licuadora, pero el proyecto nunca se realizó por completo debido a algunas imprecisiones en sus cálculos, al igual que sus bocetos de prototipos de helicópteros. Se suponía que el primer prototipo de licuadora, según da Vinci, funcionaba con una palanca tirada por el cocinero. El proyecto tiene dimensiones tan grandes que algunos investigadores lo confundieron con maquinaria de guerra, al principio. Con los años los diseños se fueron reduciendo en tamaño hasta que eventualmente con el avance tecnológico llegaron a la licuadora que todos tenemos hoy en nuestra cocina.

Las tapas de las ollas

Las tapas de las ollas es un utensilio de cocina que nos parece obvio no es tan viejo como creemos. Se podría pensar que han existido durante el mismo tiempo que las ollas, pero ese no es el caso. Antes de que se inventara la tapa, la gente solía cubrir la olla con un pedazo de tela, generalmente lino, pero a veces esto cambiaba los sabores de los alimentos. Es por eso que Leonardo Da Vinci inventó la tapa de la olla, hecha de metal resistente e impermeable, para que los sabores permanezcan sin cambios.

Sacacorchos

Pocos saben que Leonardo da Vinci era dueño de un viñedo de Milán, que le regaló uno de sus mecenas, Ludovico il Moro, en 1499. Como amante del vino y gran conocedor de la viticultura, da Vinci también diseñó el prototipo del sacacorchos. Leonardo era zurdo, por lo que es posible ver en su boceto un mango que habría sido más fácil de usar también con la mano izquierda que con la derecha.

Antes solían dejar la parte superior del corcho más gruesa para poder sacarla manualmente. Esto significa que el corcho no era tan largo ni llegaba muy al fondo de la botella, por lo cual el sabor no era el mismo. Con el invento del sacacorchos redefinió el proceso de meter el corcho y sobretodo del diseño de botella que tenemos hoy.

Molinillo de pimienta

Como experto en botánica entre tantos temas, da Vinci usaba hierbas y especias en la cocina que no eran muy conocidas en aquella en la época, como la cúrcuma, el aloe, el azafrán, las flores de amapola, el aceite de linaza y, por supuesto, la sal y la pimienta. Antes era molida con utensilios estilo molcajete (presionando dos materiales como madera o piedra para moler) y a él se le ocurrió una manera más sencilla que utilizamos hoy en nuestras casas y que vemos en todos los restaurantes.

Según algunos, el diseño del molinillo de pimienta de Leonardo fue inspirado por la arquitectura del faro de La Spezia en Italia. Es un producto que muele la pimienta a la perfección sin que pierda su sabor ni que se desperdicie alguna parte de la pimienta. 

Como devoto de la comida, da Vinci también observó de cerca los vínculos entre la salud, la cocina y la comida, escribiendo algunos documentos sobre el tema de lo que hoy llamaríamos “bienestar”. Le debemos muchas cosas a Davinci y con cada nuevo invento que conocemos, quedamos más sorprendidos con su intrépida mente que fue capaz de ir más allá de lo conocido.

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