Nan Goldin recibió su primera cámara fotográfica a la edad de quince años, ese sería el inicio de una prolífica carrera artística. La cámara pasó de ser un instrumento de trabajo a una extensión de su memoria. Su trabajo se caracteriza por ser reflejo vivo de sus propias vivencias, lleno de experiencias personales y personajes familiares que dan una perspectiva de su propia evolución.  

Por: Israel Vázquez 

Lo íntimo de la narrativa de Nan pasa de la mera fotografía a una sublime expresión artística. El contemplar sus obras nos hace parte de su historia, involucrándonos en su familia -como afectuosamente se expresa de sus amigos de la juventud- y haciéndonos parte de sus recuerdos. 

Por primera vez la obra de la fotógrafa neoyorquina llega a México. Te invitamos a conocer los detalles:

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Se trata de una compilación fotográfica que rescata imágenes de las décadas de los años 70 y 80 hecha entre 1992 y 2021. Aquí Nan Goldin retrata a su antes mencionada familia. Las imágenes relatan el día a día de la comunidad trans y drag de Boston, Nueva York y el Sureste Asiático en un mundo donde las disidencias no eran reconocidas ni nombradas. 

Fotos de privada convivencia, glamourosas fiestas y frágil intimidad nos narran la vida de estas comunidades vulneradas en una era donde la lucha por los derechos LGBT+ iniciaba. Las emociones brotan, algunas de las imágenes incomodan mientras otras tantas llenan de tierna dicha y orgullo. 

Memory Lost

Memory Lost presenta una pieza que apunta más a la introspección de Nan Goldin. La cámara adopta el papel de sus ojos y retrata la visión de la artista bajo los efectos de las drogas. Los paisajes se muestran confusos, las imágenes se desenfocan y las emociones van de la melancolía a la euforia. Este es su más reciente trabajo, desarrollado durante la pandemia, lo cual ocasiona una obra que permite conectar de manera directa con Nan. 

Las imagenes se presentan en un video que se musicaliza por CJ Calderwood y Soundwalk, bajo la dirección de Mica Levi e incluye mensajes de voz del teléfono de la artista lo cual alimenta esta carga emocional que envuelve a la pieza. 

En el Tamayo

Ambas entregas se encuentran desde el 4 de junio y hasta el 4 de septiembre en el Museo Rufino Tamayo, en un par de salas acondicionadas para la proyección.

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