¿Compraste un sartén de hierro fundido y no sabes cómo limpiar ni mantener en buenas condiciones? ¡Es más sencillo de lo que crees! Eso sí, tiene sus trucos. Olvídate de verlos oxidados u opacos y aprovecha sus infinitas posibilidades para cocinar lo que sea en ellos.

Aguas: antes de usarlos te recomendamos curarlos y sazonarlos. Esto servirá para que no haya forma de que tus alimentos corran riesgos ni se contaminen de metales pesados. Recuerda que el hierro, aunque es un excelente conductor de calor necesita un par de tratos previos antes de poner en contacto cualquier cosa.

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El primer uso: sazonar y limpiar un sartén de hierro fundido

Ya lo compraste, toca darle el primer tratamiento, que los expertos llaman sazonar. Es fácil:

1. Calienta el horno a 200ºC.
2. Sirve un poco de aceite vegetal en una servilleta.
3. Unta todo el sartén (cuando decimos todo también nos referimos al mango, la parte baja, los bordes y las esquinas si es que las tiene).
4. Hornea boca abajo durante una hora. Esto ayudará a que el aceite se impregne y selle sobre el hierro, evitando que pasen toxinas a tus alimentos.
5. Deja que se enfríe y estará listo para usarse.

¡Estrenado! Lavados y limpiezas en cada uso

Recuerda que debes almacenarlo en un lugar fresco y seco. Si vives donde hay mucha humedad, te recomendamos poner una servitoalla o papel absorbente en la superficie para protegerlo de hongos u oxidación.

Úsalo para carnes, vegetales, parrilladas, quesos fundidos y, cuando termines sigue estos pasos:

1. Llena con agua caliente y deja reposar unos minutos.
2. Talla bien con un cepillo. NADA de jabón.
3. Seca con un trapo.
4. Esparce sal de grano por la superficie y talla un poco. Sacude.
5. Rocía aceite vegetal sobre toda la superficie.
6. Hornea a 200ºC durante una hora, al revés.
7. Deja enfriar y almacena en un lugar seco.

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