Al igual que las ollas o cazuelas de barro, los molcajetes deben curarse antes de ser utilizados por primera vez. Esto debido a que la piedra volcánica con la que se elaboran es porosa y podría almacenar polvo o piedras y contaminar los alimentos. A continuación te compartimos dos técnicas tradicionales para curar un molcajete: 

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¿Cómo curar un molcajete? 

Con sal de grano y arroz crudo 

Primero lava muy bien el molcajete, de preferencia utiliza una fibra metálica o zacate. Deja secar. Después, vierte en su interior un puñito de sal de grano y otro de arroz. Pulveriza estos ingredientes con ayuda del temolote (la piedra que acompaña al molcajete), procura cubrir toda la superficie interna. Limpia. 

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Con dientes de ajo 

Lava de forma meticulosa el molcajete. Pela una cabeza de ajo y tritura los dientes dentro del molcajete, con ayuda del temolote. Procura que el ajo se impregne en toda la parte interna. Deja reposar unas 12 horas y limpia. 

Se cree que el molcajete surgió en Mesoamérica entre los años 7 mil y 5 mil a.C. Con este utensilio tradicional se suelen elaborar salsas en México y guacamole.