De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, en lenguaje coloquial, anfitrión o anfitriona se refiere a la “persona que tiene invitados a su mesa o a su casa” y claro que puedes hacerlo perfecto en tu casa.

A primera vista, quizá la definición resulta obvia y simple, pero en realidad su significado es mayor. Implica, entre otras cosas, planear, calcular, organizar, tomar decisiones y considerar toda clase de detalles para hacer de cualquier reunión o evento un momento agradable para compartir.

Lograrlo puede ser un auténtico reto, pero no lo es.

Cómo ser el anfitrión perfecto

Independientemente del tamaño y estilo de tu evento, nunca olvides que tus invitados son lo más importante. Cuando hagas tu lista, no solo consideres a quienes son compatibles contigo, piensa también en sí serán afines con el resto de las personas.

Invita con anticipación a cada persona. Asegúrate de explicarle con claridad todo lo que necesite saber sobre el motivo y tipo de reunión, si aplica o no un código de vestimenta específico, si es una invitación individual, en pareja o familiar; el lugar (cómo llegar, si será al aire libre o en espacio cerrado), la fecha y hora exacta; cuándo y con quién confirmar su asistencia.

Pregunta si hay intolerancias o alergias a algún tipo de alimento o bebida.

Verifica que el sitio destinado al evento resulte accesible, cómodo y cálido: lugares de estacionamiento, disponibilidad y limpieza de baños, música y decoración, espacios para dejar artículos personales, colocación de sillas y mesas, etcétera.

Para que tengas mejor control de todo, durante la etapa de planeación te resultará muy útil hacer listas para cada uno de los aspectos de la reunión (menú, bebida, mantelería, vajilla, vasos, copas, decoración, etcétera).

Ya en la reunión…

Piensa como el anfitrión perfecto y quítate responsabilidades: ¿será necesario que contrates servicios externos o tienes alguien de confianza en quien puedas delegar? Así evitarás estresarte y hacer sentir a tus invitados como una carga molesta.

El día de tu evento deja atrás los momentos de estrés, cansancio, preocupación o enojo causados por organizarlo.

Es muy importante que tengas una actitud hospitalaria y relajada para recibir a tus invitados; dales la bienvenida con alegría para que se sientan como en casa; si entre algunos no se conocen, preséntalos; ofréceles algo de beber y hazles saber cómo será la dinámica de la reunión (si habrá meseros o cada quien se servirá a su gusto).

Procura convivir con todos, evita conversaciones excluyentes y sobre todo disfruta; al fin y al cabo de eso se trata.

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