Inspirado en sus antojos del embarazo y dedicado a su hija Martina, la chef Gaby Ruiz abre las puertas de Carmela DeMorada en el corazón de la Roma. Este es su sueño, el cual demoró más de seis años en volverse realidad y que representa una fusión de amor maternal y gastronomía innovadora. 

El menú de Carmela DeMorada nace de una dulce coincidencia: mientras ella elegía el lugar para este proyecto se enteró que sería madre, lo que la llevó a transformar sus deseos culinarios del embarazo en un menú repleto de antojos monchosos y mezclas inusuales; en sus propias palabras “con chile, limón y lágrimas de alegría”. En cada platillo refleja su personalidad y temple, que resultan en una experiencia gastronómica tan única como los momentos que la inspiraron.

Con la intención de que este sea un refugio de la caótica Ciudad de México, este espacio mantiene la calidez que caracteriza a la chef, tanto en cocina como en sala. Aquí no importa si llegas un poquito tarde; lo que cuenta es que disfrutes y te vayas con el corazón y estómago llenos.

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Los sabores de Carmela DeMorada

Probamos varios platillos de Carmela DeMorada y vaya que algunos nos sorprendieron. Empezamos con unas croquetas de puchero nunca antes vistas y una ensalada de papaya verde, fresca y con el punto de acidez perfecto.

Luego, nos topamos con un ceviche verde de pescado con un toque de maracuyá que lo hizo muy especial y unos imperdibles camotes fritos con salsa tártara y chile de árbol. El que se llevó los aplausos fue el risotto con parmesano, jocoque y pollo bañado en miel de mole; nos hizo viajar por México, Italia y hasta Asia en cada bocado. Este es un must si visitas Carmela DeMorada. 

Para cerrar con broche de oro, probamos la soraya: un pastel de chocolate, crema de avellana y caramelo salado y las nenucas, una refrescante mezcla de naranja con tapioca y crema de coco vegano.

Las bebidas no se quedan atrás, pues su menú de mixología fue creado por Mica Rousseau, ya conocido por su trabajo en barras como Fifty Mils y Casa Prunes, destacando los cocteles con destilados que en su mayoría son mexicanos.

Gabriela Ruiz y sus Carmelas

Hace más de 10 años, la chef inauguró su primer restaurante en Villahermosa, Tabasco. Hoy cuenta con cuatro establecimientos en donde, si bien todos mantienen su sello, cada uno tiene un toque distintivo que los diferencia entre sí.

Vuelve Carmela / Torre Ankor / Villahermosa: la que comenzó todo en su tierra verde tropical. Singular por sus platos innovadores con ingredientes locales. 

Carmela y Sal / Lomas-Virreyes / CDMX: la cosmopolita, la que triunfó en la ciudad. Sus platillos mexicanos reinventados la hacen única.

Vuela Carmela / Terminal 2 AICM / CDMX: la joven, divertida y más casual. La distinguen sus antojitos. 

Carmela DeMorada / Roma Norte / CDMX: la monchosa y antojadiza con preparaciones inusuales. 

Carmela DeMorada ya se encuentra disponible en OpenTable para reservar. Está ubicado en San Luis Potosí 134, colonia Roma Norte, y cuenta con valet parking en el estacionamiento propio del mismo edificio.

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