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Suave y muy rico, los mejores tips para cocinar pulpo

Foto: Unsplash

Cocinar pulpo es el reto de muchos cocineros. No te sientas mal si en casa quieres hacerlo y queda chicloso, es un arte que toma maña,  práctica y algunos trucos que queremos compartirte con base en nuestra experiencia.

Este molusco es de carne firme y fibrosa, por lo que muchas personas suelen ablandarlo de varias maneras. Todas son válidas –incluso aquellas que golpean al pulpo como si fuera una pera de box– pero no todas tienen resultados favorables. El secreto, querida Comunidad MB, está en el tiempo y la forma de cocción.

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Cómo cocinar pulpo y no morir en el intento

Primer truco: si no te urge, congélalo en cuanto llegue a tus manos. Cuando esté completamente sólido, descongela. Esto servirá para que los cristales de agua que se forman con el proceso rompan algunas de las fibras que vuelven chicloso a tu pulpo. Si no tienes tiempo suficiente no pasa nada; esta es solo una manera de asegurar el éxito un poco más.

No hace falta golpear los tentáculos ni la cabeza. Lo que sí debes hacer es quitar el pico, que es una especie de escama que está en el centro. Tiene textura como de plástico y definitivamente no puede comerse.

Calienta agua en una cacerola espaciosa hasta que rompa el hervor. Y con esto nos referimos a burbujas grandes. Una vez hirviendo, agrega (mucha) sal, como si fuera del mar. No te preocupes, no te va a dar hipertensión ni es dañino, lo que va a hacer esto es dar un sabor correcto al cocinar el pulpo. También puedes agregar cebolla morada para ayudar al color de la carne y hay quienes ponen el corcho de una botella de vino.

Vamos con lo interesante: el nombre de este paso es asustar al pulpo y eso es porque los tentáculos se rizan. El proceso es el siguiente: lo tomas por la parte de la cabeza y lo sumerges completamente en el agua. Cuenta 30 segundos y sácalo. Tempera hasta que puedas manipularlo con facilidad.

Repite este proceso por lo menos dos veces más. El pulpo habrá quedado completamente rizado para este momento y con tonos morados en la piel.

Sumérgelo en el agua y cocina durante 20 minutos por cada kilo. Es decir, si pesa dos, tocan 40 minutos. Tapa para que no se escape el calor.

¿Cómo saber que ya quedó? Saca y presiona una de las juntas de los tentáculos con el mango de un cuchillo. Si se  separa con facilidad aunque poniendo resistencia, estás listo.

Lo que sigue es cocinar el pulpo como más te guste: con una salsa de tinta, braseado, frito, a la gallega… las posibilidades son infinitas.

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