Porque queremos que lo disfrutes sin limitaciones ni problemas técnicos, te enseñamos a curar tu wok de una manera facilísima. Esto hará que te duren mucho más tiempo y también protegerá a tus alimentos de pegarse.

Los woks se diferencian de los sartenes por su forma cóncava que permite que los ingredientes se muevan dentro y sus cocciones sean parejas. Una vez que tomes un poco de práctica, será casi innecesario tener palitas de madera pues todo girará solito.

En él puedes hacer prácticamente de todo, pero los asiáticos lo utilizan principalmente para freír y saltear. Tienen una especie de magia oculta que hace a los fideos más sabrosos –y visualmente atractivos– cuando los cocinas en uno.

Pueden estar hechos de distintos materiales. Lo más común es el acero inoxidable por duradero y fácil de limpiar pero también los hay de hierro fundido, aluminio y hasta teflón. El chiste es que sea de hoja delgada y tenga un mango largo para que puedas moverlo con facilidad.

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Paso a paso: cómo curar tu wok

Lo primero que debes saber: ¿para qué diablos se cura un wok? La mayoría de los materiales con los que están fabricados son buenos contra los alimentos pegados pero no lo suficiente, así que hacerles una película protectora será lo mejor.

Asegúrate de no tallarlo demasiado cuando lo laves, así se quedará impermeable por más tiempo.

Necesitas:

• Una servilleta
• Aceite vegetal o manteca

PROCEDIMIENTO

1. Moja la servilleta con acete vegetal o coloca un poquito de manteca sobre ella.
2. Unta toda la superficie del wok.
3. Lleva el wok al fuego hasta que el aceite se queme y cree una especie de película oscura en la parte interior.
4. Deja que se enfríe y repite el proceso una vez más.

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