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Cuatro chefs a la mesa: un viaje por los sabores de México

¿Qué pasaría si juntaras a cuatro de chefs extraordinarios en una mesa de los destinos más emblemáticos de México? Este fin de semana logramos vivir el resultado de una sinergia culinaria espectacular cuya sede fue Casa de Sierra Nevada, a Belmond Hotel, en San Miguel de Allende.

Por Silvana Becerra Tavano, directora de comunicación de Ectagono

La visita comenzó cuando nos entregaron la llave de la que sería nuestra residencia por el fin de semana. Nos quedamos maravillados al ver que las habitaciones están distribuidas en un complejo de casonas del siglo XVIII que son testimonio viviente de la historia de la ciudad.

Paseamos por sus pasillos empedrados que nos transportaron atrás en el tiempo a un antiguo monasterio con patios adoquinados y jardines que evocan la elegancia de la época colonial. Cada rincón del hotel cuenta una historia, y su arquitectura y diseño interior reflejan la autenticidad y la esencia de San Miguel de Allende, resaltando obras de artistas y artesanos locales. 

Una experiencia de delicias culinarias: cuatro chefs a la mesa

Cayó la noche y el restaurante Andanza abrió sus puertas para ofrecer una fusión de sabores mexicanos en un entorno elegante y romántico.

La cena se inauguró en manos del chef Pablo Salas, quien presentó un aguachile de trucha, pescado característico de Toluca, su lugar de origen. Este platillo, acompañado de maracuyá, mango, pepino y habanero, despertó el deleite de los comensales, muchos de los cuales no dudaron en usar sus cucharas para saborear hasta la última gota de esta marinada.

El segundo platillo, (y personalmente mi reñido favorito) fueron unas quesadillitas crujientes de pollo que sirvieron de una manera inusual. Literalmente, aparecieron para chopear una copa de mole. Daniel Ovadia, el chef a la cabeza de este platillo explicó que solemos tomar las bebidas más elegantes en copa de cristal y que por ello, había decidido presentar el mole de esta manera: para resaltar la importancia y elegancia de este platillo mexicano que ha sido reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

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Siguió un platillo presentado por el chef Daniel Camacho, quien optó por servir costilla de cordero acompañada de un tamal y verduras rostizadas, todo bañado en una salsa de hoja de acuyo. Este plato, que representaba la tradición culinaria de México, fue una muestra excepcional de la riqueza de la milpa en la gastronomía. Un platillo que evoca las raíces más profundas del amor del chef por este país.

El cierre tan esperado se dio a cargo de la chef Sonia Arias quien despidió la noche a través de un molten de chocolate amargo que se deshacía en la boca. Venía acompañado de una compota de higos al oporto en salsa de vino tinto. El postre, decorado con una rebanada fina de betabel y hoja de oro, culminó gratamente la cena y nos dejó a todos ansiosos por una cuarta edición de este evento culinario.

Descubriendo San Miguel de Allende

Después de semejante festín de sabores, era difícil pensar en retirarse a dormir de inmediato. En su lugar, nos dirigimos al rooftop Trunki, de Casa Sierra Nevada para contemplar la majestuosa vista de la famosa Parroquia de San Miguel Arcángel, un tesoro histórico del México colonial, que hace latir el corazón con su arquitectura impresionante, iluminada en medio de la noche.

Desde ahí se lograba escuchar la música de los mariachis que se juntan en la plaza principal a pocas cuadras del hotel. Esto y el grato ambiente sirvieron para coronar una noche llena de sabor.

El Belmond Casa Sierra Nevada es el punto de partida ideal para explorar San Miguel de Allende ya que es un refugio de elegancia colonial y lujo contemporáneo que celebra la rica herencia de esta ciudad en todos los sentidos. 

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