Los secretos para un martini perfecto

El martini perfecto existe. Créenos. Y lo puedes hacer en casa, solamente basta tener la información suficiente para lograrlo. Aunque es una receta fácil en su cantidad de ingredientes, tiene mañas que hacen la diferencia entre un trago común y uno extraordinario.

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Para lograr el martini perfecto…

¿Vodka o ginebra? La receta clásica es con ginebra, seca y de Londres, por cierto; pero nos conformamos con que sea ginebra. Esto porque, aunque son destilados de los mismos ingredientes (papa, sorgo, cebada o incluso maíz) al gin lo maceran con diferentes botánicos, especialmente el enebro, que le da un toque amargo único.

Si usas vodka tampoco pasa nada, podrás equilibrar tu trago con las garnituras.

La temperatura importa. Así que debes asegurarte de que tanto la copa que utilizas como las bebidas que lo componen estén fríos. Recuerda que el martini es una bebida que no se sirve con hielos.

No le tengas miedo al amargor. Como ya te dijimos, la ginebra aporta esa nota astringente del enebro y todos sus botánicos pero si no te es suficiente, también se vale agregar unas gotitas de angostura o bitter.

El vermouth: perfil de sabor. Es blanco, para que la bebida quede traslúcida. Procura que sea seco para seguir en la misma línea organoléptica. Este ingrediente dará también algunos destellos dulces que puedes potenciar con piel de limón como garnitura.

¿Con aceituna o sin aceituna? Hablemos de garnituras. El martini siempre debe servirse frío y en una copa que corresponda, pero los acompañamiento dependen de ti. Incluso, si lo quieres hacer dirty puedes agregar un poco de la salmuera de las aceitunas.

¿Revuelto o shakeado? Te hablamos a ti, Bond. A pesar de que la costumbre es solo usar el shaker cuando hay más de un destilado y en este caso solo hay ginebra, también suele hacerse el espectáculo que además aprovecha para enfriar tu bebida. Sin embargo, hacerlo puede inhibir los aromas botánicos de la ginebra.

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