Restaurantes con zona de niños y actividades divertidas en CDMX y alrededores
Estos restaurantes son ideales para disfrutar en familia, mientras los más pequeños se divierten, los grandes prueban el menú y amenidades
La mesa de Thanksgiving ha evolucionado a lo largo de los años pero sus platillos tradicionales hoy son uno de los motivos por los que a muchos emociona celebrar, agradecer y compartir.
El menú es constante, aunque depende de cada mesa y familia. Si vas a organizar la cena, te compartimos algunas cosas que no debes pasar por alto pues son estandarte de esta celebración.
Sin duda, el pavo es el protagonista de la noche y, de hecho, es el motivo por el cual muchos mexicanos también lo comen en Navidades. Para la cena de acción de gracias se hornea previamente sazonado con mantequilla, jugo de naranja, romero y especias.
Aquí te va un dato curioso: en las primeras cenas de Thanksgiving de la historia no hubo pavo; esa tradición llegó después. Más bien se trató de un menú basado en vegetales como camotes, maíz, papas y leguminosas.
La receta americana del relleno es bastante menos común en la cotidianidad latinoamericana. Se deja para la víspera de Noche Buena aquél preparado con carne molida y frutos secos para más bien servir uno hecho con pan, especias, apio y huevo.
Para acompañar estos dos elementos, también suelen haber otros platos fuertes de carne roja. De acuerdo a la ubicación y latitudes puede ser un roast beef al horno o bien hay quienes se visten de manteles largos y preparan Filete Wellington. Otra opción es acudir a los siempre cumplidores cortes o también al lomo de cerdo.
La cena de Acción de Gracias nació como una tradición en la que los campesinos de Connecticut se sentaban a la mesa yla vestían con los productos de sus cosechas. Ellos sembraban tubérculos, leguminosas y maíz, así que estos ingredientes son básicos en todos los platillos de Thanksgiving.
Como verás, los platos fuertes no las incluyen pero para eso se hicieron las guarniciones: para enaltecer. Mira las ideas:
Prepara un puré de camote con malvaviscos; es decir, que hasta arriba haya un brulée dulcecito que compagine con lo demás. Para sazonar, te recomendamos cocinar el camote con jugo de naranja y un poco de canela; el resultado será apapachador y muy rico.
Siguiendo en la línea del puré, no puede faltar de papa. Prepáralo como tú quieras: con tocino, queso parmesano, aceite de trufa o lo que necesites. El secreto para la sabrosura absoluta es mantequilla y queso crema.
Hablemos de las leguminosas. Comúnmente se sirven ejotes almendrados, que estuvieron previamente blanqueados y pasan por la parrilla para un último toque de sabor. La cereza del pastel es almendra fileteada que les dará más textura crocante.
La jalea de arándanos es una guarnición dulce que acompaña muy bien el sabor del pavo. Se puede conseguir en lata o también lo puedes hacer tú mismo aunque es difícil conseguirlos frescos para la receta origina.
Para terminar, nada como el muy amado pumpkin pie. La magia radica en las especias: nuez moscada, clavo, canela y jengibre, que dan un twist fantástico a la calabaza de castilla.
Estos restaurantes son ideales para disfrutar en familia, mientras los más pequeños se divierten, los grandes prueban el menú y amenidades
En estos rooftops de la CDMX se escucha buena música, hay tragos sorprendentes y muy buen ambiente para que la pases en grande.
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