Restaurantes donde ver la Fórmula 1 en CDMX
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En reuniones, celebraciones o para cerrar una buena comida, el postre es ese mal necesario que todos disfrutamos. Hoy te traemos una selección de los imperdibles en la CDMX, tanto de reposterías como de restaurantes. Hay opciones para todos: amantes del chocolate, fanáticos del lotus, del tres leches, e incluso para quienes prefieren algo con un toque salado.
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Damos inicio a esta lista con uno de los favoritos para llevar a cualquier reunión: el panqué de canela de Alessa. Además, tiene otros postres que seguro te van a encantar como el pastel de zanahoria y opciones saladas como la rosca de chamoy.
Todos los restaurantes del chef Eduardo Guzmán se distinguen por algo: el pan brioche es sobresaliente y más si se prepara en forma de pan francés. En contraste con los de Lalo! y Máximo Bistrot, el de Havre 77 viene bañado con caramelo y con una bola de helado de vainilla.
Y es que nadie se puede resistir a el pastel de tres leches cubierto con cajeta de La Casita. ¿Ya lo probaste?
Sí, nos referimos a ese original pay de nuez con queso brie y helado en este hotspot de la CDMX.
Después de unos buenos mariscos, hay que cerrar con broche de oro. El volcán de dulce de leche, acompañado de una bola de helado, es el final perfecto.
Si algo sabe hacer Grupo Costeño, son los postres. Pastel helado, bañado en dulce de leche y crumble de Lotus.
La versión de Gaby Ruiz de este postre tiene su sello personal: plátanos con dulce de leche, crema montada y polvo de caramelo. Lo interesante es que, además de lo dulce, se pueden percibir pequeñas notas saladas que equilibran el plato.
Uno de los favoritos tanto en Monterrey como en la Ciudad de México, hecho con un suave pan blanco, relleno de betún de queso crema y mantequilla. Es ideal para celebraciones y es el equilibrio perfecto entre lo dulce y cremoso del betún y lo salado del pistache.
El ate con queso ‘Sella’ es una versión más sofisticada de este postre tradicional. Aquí, lo flamea con licor, dándole un toque único y distintivo.
Esta versión es imperdible porque no es el baklava común. Este lo sirven con burrata y miel, creando una combinación única y deliciosa que no encontrarás en otros lugares.
Con el que siempre quedas bien: pastel de tres leches. Y si la ocasión es más casual, no te pierdas la rosca de chocolate con nuez bañada en lechera, perfecta para cualquier reunión.
En esta taberna castiza, donde se pueden disfrutar cañas y vermut de grifo en un ambiente auténtico español, uno de sus imperdibles sin duda es la tarta vasca, dorada por fuera, suave por dentro y ni muy dulce, ni muy salada.
Este postre se compone de capas finas de crepas suaves y ligeras, intercaladas con un relleno cremoso de matcha. ¿No eres fan del matcha? No te preocupes Macorina ofrece otras variantes de crepe cakes, como conejito, mazapán, red velvet y avellana.
Aunque parezca que saben igual en todos lados, Costa Guadiana sabe darle ese toque especial a unas buenas crepas de cajeta con nuez haciéndolas únicas.
Si la tarta vasca y las galletas de Lotus están en tu lista de favoritos, este postre definitivamente es para ti. Carissa redefine este clásico español con esta versión original que no te vas a arrepentir de probar.
Este french toast viene con el helado del día y una compota de temporada. El brioche, grueso, es húmedo en el interior pero firme por fuera. Un must en Máximo Bistrot.
Si hay algo que debes saber cuando acudas a un restaurante de Grupo Costeño es que los postres son enormes. Y valen toda la pena, aún si estás a dieta.
El mostachón de Mochomos es una receta clásica que consta de una mezcla de nueces, galletas saladas, merengue y azúcar para la base. Aquí la diferencia es que le untan una crema de Nutella que lo vuelve el paraíso mismo.
Probablemente has oído hablar del famoso merengue con fresas de Contramar, pero no puedes dejar de probar su tarta de higo, que también vale mucho la pena.
Para clásicos, el Hunan. Y para postres cumplidores, la pavlova, que aquí le llaman merengue con fresas. Se trata de una capa de merengue italiano cocido al punto con un par de bolas de helado, fresas frescas y otra tapa de merengue. Lo cubren más fresas y un coulis que equilibra la cremosidad y la dulzura.
Este postre combina lo mejor de un lava cake con la suavidad de una tarta de queso, logrando un equilibrio casi perfecto. La clave está en el manchego español que le da un toque fuerte y distintivo, complementado por la compota de higos que resalta su sabor sin opacarlo.
Un clásico de clásicos. Se trata de este postre tradicional francés preparado con claras de huevo montadas, servidas sobre una base de crema inglesa y decorado con frutos rojos.
Si eres fanático del mostachón, este postre va a ser tu nuevo favorito: merengue de nuez con frambuesas. También puedes encontrar versiones de temporada como los de mango y zarzamora.
¿Vas a Jowong? No te puedes ir sin probar su postre insignia, el delicioso ho-tteok: una dona dona rellena de crema de vainilla, salsa de miel, nueces saladas y helado de mantequilla avellanada.
Hecho con pandan bread, es sin duda uno de los mejores postres que hemos probado recientemente.
Una combinación de fina galleta crujiente con mousse de chocolate ¡una simple delicia!
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