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Loco: Tequila de terruño que enaltece a Jalisco y a sus agaves endémicos

Foto: Cortesía Loco Tequila

Hay algo que la industria del Tequila no quiere que sepas: la mayoría de los agaves que se utilizan para su producción no vienen del terruño donde se encuentran las destilerías. Es sencillo explicar esa trampita mercadológica: resulta inviable cultivar tantos agaves en las regiones con denominación de origen como para satisfacer la enorme demanda que tiene este destilado.

Distinguir al tequila de terruño es empoderar el suelo, la materia prima y la ancestralidad del proceso en su elaboración, cosa que hace una diferencia enorme entre una buena etiqueta y una extraordinaria. ¿Ya los habías escuchado? Si has bebido Tequila Loco, seguramente sabes, sin saberlo a conciencia, de lo que hablamos.

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¿Qué diantres es el terruño y por qué afecta en Loco Tequila?

tequila de terruño

Se conoce como tal al espacio en el que algo sucede, se produce o cultiva.

Comencemos por el principio. Si bien en teoría se llama Tequila solo a ese mezcal producido en Tequila, Jalisco, el IMPI –que es el organismo encargado de regular las denominaciones de origen– autoriza a los 125 municipios del estado, además de algunos en Guanajuato, Tamaulipas, Nayarit y Michoacán.

Los más valorados en el mercado, por supuesto, vienen de Los Altos de Jalisco, aunque también hay muy buena calidad del suelo y condiciones en otros como el municipio El Arenal.

De este último son oriundas las tres etiquetas de Loco que se elaboran en la Hacienda Providencia, la cual, antes de ser parte del proyecto ya tenía fama de innovadora por ser ellos quienes aprovecharon la tecnología y con ella fueron capaces de exportar antes que nadie Tequila a Estados Unidos.

La geografía es la parte más importante a la hora de hablar de Tequila de terruño. La altitud, latitud y altura de El Arenal hace posible que los agaves Tequilana Weber que ahí se cultivan tengan unas cualidades excepcionales. A eso se suma también el saber heredado de las familias que viven ahí por destilar y también la planeación de la siembra.

El tiempo de maduración de un agave para hacer tequila es de más de siete años, motivo por el cual su siembra siempre supone falta de espacio y mucha organización. La producción de Loco es reducida por este motivo, pero lo suficientemente abundante como para dar lo mejor en cada botella.

Tres caras de la misma moneda

tequila de terruño
Foto: Cortesía de Loco Tequila

En Tequilas se rompen géneros y por eso Loco tiene varias presentaciones de El Arenal, embotelladas en forma del destilado más popular de México.

El blanco no pasa por barrica, así que será el que más notas del agave y su cocción tenga. En él hay hierbas, fruta, minerales. En contraste con los de su categoría, es de cuerpo cremoso y bien estructurado. Las sensaciones sedosas y aterciopeladas dejan un retrogusto con duración media.

Loco Reposado es el resultado de un proceso artesanal y una selección cuidadosa y balanceada de diferentes barricas utilizadas previamente para guardar whisky, Jerez y cerveza. En él se reconocen los aromas a especias y a caramelo. Al primer sorbo se reafirma lo que apareció en la nariz: un Tequila dulce, balanceado con un sutil amargor.

El Puro Corazón es esa producción de mayor calidad y pureza que resulta al destilar el mosto de los agaves. Cada botella está numerada y se entrega en un estuche único. Sus aromas recuerdan la menta y al eucalipto, combinadas con el perfil herbáceo del agave fresco y también el caramelo de la cocción.

La recomendación para los tres es beberlo en copa, no en caballito. Esto permitirá que el oxígeno entre y desprenda los aromas y sabores de una manera más óptima.

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