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Los tres crustáceos más exquisitos que puedes probar

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Ya sea en simples preparaciones o en sofisticados platos, la carne fina, consistente y exquisita de estos tres crustáceos es uno de los mejores productos gourmet del mar.

El bogavante europeo

Considerado rey de los crustáceos, el bogavante europeo (Homarus gammarus) podría confundirse con su pariente americano la langosta de Nueva Escocia (Homarus americanus). Además de pertenecer a la misma familia, vivir en rincones profundos y rocosos de aguas frías, contar con costumbres y carácter parecidos, un tanto solitarios y agresivos; también poseen un primer par de patas que más bien son pinzas para triturar y cortar. Ambos, ya cocidos, adquieren un color rojizo, quizá el primero más intenso y el segundo tendiente al café.

Sin embargo, el bogavante es apenas más grande en tamaño que su pariente americano y habita en el Atlántico, algunas partes del mar mediterráneo y noroeste del mar negro. Lo distingue, asimismo, un color más oscuro entre negro azulado o verdoso con manchas claras en su corteza, así como carne más intensa al paladar.

La langosta de Nueva Escocia

Originaria de costas norteamericanas, particularmente de Maine y provincias del Atlántico en Canadá, esta langosta llega a alcanzar 60 cm y 4 kg, aunque excepcionalmente se han encontrado ejemplares gigantescos. A diferencia de su par europeo, tiene cabeza más pequeña y las pinzas más grandes, asimismo una carne menos jugosa pero igual de rica y más comercial.

El king crab

Esta especie es científicamente conocida como Paralithodes camtschaticus, y popularmente llamado cangrejo real o rojo gigante, nombre que adquiere por su color una vez cocido. Los ejemplares de esta especie suelen ser de gran tamaño y pesar hasta 12 kg, habitan principalmente en aguas frías del mar de Bering, Alaska y Japón.

De carne jugosa, tersa y con sabor contundente; mientras que la cabeza ofrece más suavidad, las patas y pinzas de sabor más dulzón por sí mismas, son lo más aprovechado.

Independientemente de cómo prefieras prepararlos, cualquiera de estos crustáceos proporciona un importante porcentaje de proteínas,  yodo, zinc, calcio, potasio, omega 3 y vitaminas, esencialmente del grupo B y por encima la B12 y niacina.

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