Aumentar los recursos naturales en lugar de reducirlos… cuidar a la tierra que tantas bondades ofrece. Esa es tan solo la punta del iceberg de la filosofía que sigue Bodegas Fetzer con los viñedos orgánicos Bonterra. Pero no es una moda: ellos son pioneros de estas prácticas en California, Estados Unidos, ya que comenzaron a trabajar así desde 1987. La inspiración es simple: las uvas orgánicas ofrecen expresiones más puras del terruño y del varietal.

No solo se trata de cuidar, sino de regenerar, asegura Sebastián Donoso, enólogo de la bodega. De ahí que en Bonterra trabajen con cultivos de cobertura, una técnica en la que se siembran ciertas plantas con el objetivo de controlar hierbas indeseadas y de mejorar las condiciones del suelo. La sinergia es importante, por eso en estos viñedos andan libres ovejas y gallinas, animales encargados de eliminar plagas y fertilizar la tierra.

Ninguno de los esfuerzos es en vano. Bonterra, Organic Vineyards tiene 16 etiquetas que lo demuestran. Por ejemplo, el Cabernet Sauvignon del 2017 es vivaz y complejo: con aromas a cerezas, clavo, frambuesas y vainilla. Pero, a pesar de ser goloso en nariz, en el paladar contrasta por ser seco y con perfecta estructura para acompañarse con filet mignon bañado en salsas espesas, como de champiñones o demi glace.

Dónde se consiguen

La apuesta ecológica de Bonterra también llega hasta algunas de las botellas, ya que decidieron lanzar ciertas etiquetas en latas de aluminio. Por el momento, estos vinos solo están disponibles en Estados Unidos, sin embargo probarlos es un must. Todos son ideales para disfrutarse durante un picnic o pool party.