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Cacao de Grijalva, el elixir de los dioses

Dentro de las maravillas que tiene nuestro hermoso México existe una que resalta: el cacao. Es una planta milenaria, la utilizamos en una gran cantidad de alimentos y bebidas. Todos hemos tomado chocolate caliente en invierno y siempre estamos encantados cada vez que nos comemos cualquier producto chocolatoso. El chocolate viene del cacao, pero lo que probablemente no sabemos es que proviene del Amazonas y eventualmente llegó a México para quedarse. Aquí creció en popularidad entre las diferentes tribus, especialmente en el área del río Grijalva en Tabasco. 

Fue tal su fama en la época prehispánica que solamente los gobernantes y grandes guerreros tenían acceso a él. El cacao en bebida era todavía más sagrado y lo mezclaban con maíz, pimienta, canela y vainilla. Se dice que Moctezuma se tomaba durante el día 40 tazas de esta bebida como afrodisíaco. Desde entonces, también es un producto básico para poner en el altar de muertos por tradición y por tributo a quienes ya no están con nosotros.

El cacao tiene una forma de fruto ya sea oblonga, orbicular o elíptica, de tamaño mediano a grande, de color amarillo, con orillas obtusas, redondeadas o agudas, de grosor intermedio a delgado, sus semillas de tamaño grande, mediano o pequeño, de formas ovalada o elíptica y de cotiledones de color púrpura intermedio e intenso a blanco.

Aparte de ser un símbolo de riqueza también se utilizaba como moneda y como un gran tributo a los dioses. De hecho el árbol del cacao, el Theobroma, significa “alimento de los dioses”. Éste árbol es símbolo de abundancia, gobernabilidad y ascendencia, y sirve como un conducto metafórico por el cual las almas de los humanos y los dioses viajan a través de la tierra, el cielo y el infierno. Durante la época de la conquista el cacao fue uno de los muchos productos que se llevaron, pero se lo llevaron ya como chocolate, convirtiéndose en una de las delicias más codiciadas en Europa y aún más en forma líquida, ya que era considerada “Bebida de Reyes”.

Actualmente, en México, podemos encontrar una de las tres especies de cacao que existen en el mundo y la han perfeccionado a través de diferentes fusiones de cacao. Ésta se conoce como criolla y se encuentra primordialmente en Tabasco, dado a que cuenta con un clima único para su crecimiento y han sido productores desde la época prehispánica. El cacao se produce hoy en lo que le llaman “selvas domesticadas”, las cuales son vegetaciones creadas por el hombre que asemejan a una selva tropical y tienen la humedad y precipitación necesarias para que el cacao sea de la mejor calidad en cuanto a su aroma, sabor y consistencia. En Tabasco se produce alrededor del 70% del cacao nacional y es de los mayores exportadores. Tanto así, que en 2016, el cacao de Grijalva obtuvo su denominación de origen.

En México, a veces comentemos el error de valorar más los productos extranjeros y se nos olvida lo que tenemos frente a nosotros, como es el caso del cacao. Se exporta más de lo que consumimos nacionalmente y eso significa que lo aprecian más otros países que los propios mexicanos. No debemos olvidar que aunque tenemos acceso a chocolate belga o americano, también tenemos excelente chocolate – y hasta de mejor calidad – aquí mismo y lo puedes consumir de muchas diferentes maneras, desde en barra hasta con manteca de cacao, la cual se utiliza como cicatrizante y también en la cosmetología. A mi personalmente me encantan los granos/perlas de café cubiertos en chocolate obscuro. ¿Cuál es tu favorito?

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