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Encapsulado o molido, ¿qué café es mejor para tu salud?

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Es indudable que las cafeteras con cápsulas en dosis individuales son el invento que ha revolucionado la forma en cómo tomamos café. No solo resultan de lo más prácticas y fáciles de usar, también nos dan la posibilidad de elegir entre diferentes variedades de café con el punto exacto de molido y prensado.

Desde luego, quienes defienden el método de preparación tradicional dirán que el sabor, la textura y el aroma de un café infusionado, como el elaborado por goteo, nunca será igual al de un encapsulado.

Pero más allá de las predilecciones personales por uno u otro, lo cierto es que el consumo del café en cápsulas no está exento de debates serios relacionados con la salud y el medio ambiente.

Y es que, a lo largo de la última década, numerosos estudios avalados por la Organización Mundial de la Salud y la FAO han revelado que, más que cualquier otro, el café encapsulado contiene mayores niveles de furano, un compuesto tóxico, líquido, volátil e incoloro con posibles efectos cancerígenos.

Aparentemente, el sellado hermético de las cápsulas de café impide que dicho compuesto se volatilice con facilidad. Sin embargo, las investigaciones han confirmado que la cantidad contenida de furano se mantiene dentro de los límites considerados seguros para la salud. De hecho, para que una persona excediera este rango de seguridad necesitaría tomar como mínimo 20 cápsulas de café diarias.

Es importante señalar que esta sustancia también está presente en el café molido y en otros muchos alimentos y bebidas, tanto comerciales como de preparación casera, pues puede formarse durante el proceso calentamiento como consecuencia de la reacción de Maillard, una transformación química relacionada con diferentes compuestos de los alimentos.

Un asunto ambiental

En cuanto al tema medioambiental, la polémica está centrada en cómo reciclar las cápsulas. Al día de hoy ya existen distintas iniciativas que van desde la fabricación de cápsulas a partir de materiales biodegradables, hasta la puesta en marcha de puntos de recolección para su reciclaje. En este sentido, Nespresso, por ejemplo, ha realizado una alianza con Estafeta a través de la cual cuenta con más de 400 puntos de recolección en todo el país, además de los que se han establecido dentro de las boutiques de la marca.

Finalmente, la decisión de optar por un tipo de café u otro tendrá que ver con tus propios gustos y tu compromiso personal para reciclar correctamente las cápsulas si es que te inclinas por ellas.

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