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Cómo comprar pescado fresco, rico y legal sin que te vean la cara

A falta de fresco, algunas veces, al comprar pescado congelado es más agua que pescado. ¿Te ha pasado? O quizás esta vez te supo distinto a como siempre. Quizás tiene olores extraños que te hacen dudar de su frescura…

Hay muchos huecos en la regulación de venta de pescado, así que estamos expuestos a comprar, sin saberlo, de forma ilegal o que no respeta del todo los ecosistemas o que atenta a nuestra salud. Te compartimos algunos tips para evitarlo y que adquieras lo mejor que puedas.

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En México, es difícil encontrar pescado legal

OCEANA calcula que por cada pescado legal que se pone en las mesas mexicanas hay otro que es de procedencia ilegal. Exacto. El 50% de nuestro consumo es ilícito y falló en algo el proceso. Esto no solo daña la ley, sino que amenaza la salud de los ecosistemas y las personas que lo comemos.

Algunos expertos incluso comparan la industria de los narcóticos con la pesca: ambos ilegales, violentos y que atentan contra la salud pública.

¿De dónde viene el pescado que te comes? Una primera respuesta puede ser de la bolsita que compro en el súper. Aunque es mucho más práctico optar por estas presentaciones, es en ellas donde más irregularidades hay. Algunos de los problemas que ha identificado la organización en favor de los océanos son:

  • El pescado que se vende congelado tiene más hielo que carne. O sea, pagaste cientos de pesos por agua congelada.
  • La especie que indica el empaque no corresponde al pescado que compras. Esto es mucho más común de lo que crees pues ¿quién es capaz de reconocer a simple vista un filete de tilapia sin piel a una basa?
  • Quizás, el pescado que compraste estaba en veda cuando fue capturado, ya que no hay una fecha o información que indique que se pescó en un momento adecuado.

Entonces, la recomendación es, más bien, comprarle a personas o en lugares donde haya claridad en todo lo que compras. No importa si está congelado –de hecho, en algunos casos es más sostenible y permite que exista, por ejemplo, pulpo maya durante todo el año en restaurantes– pero sí debe de decirte cuándo se capturó y responda a todas las preguntas que puedas tener.

Cómo comprar pescado fresco

¿Quieres irte más a la segura? En lugar de comprar los filetes ya cortados, al acercarte a la pescadería en el súper, elige aquellas piezas que están completas. Revisa lo siguiente:

  • Los ojos deben brillar. Si están turbios, rojos o negros, ya no está tan fresco como debería.
  • Levanta la cabeza y revisa las branquias. Este órgano debe tener un color vino intenso.
  • Acerca tu nariz. El clásico olor a pescado –que más bien es amoniaco– debe ser casi inexistente. Debe oler a mar, poco.
  • Pregunta sobre la procedencia. ¿Es de litoral mexicano? ¿Dónde se da esa especie? ¿Cuándo se pescó?
  • Experimenta probar las especies de temporada. Quizás buscas huachinango, pero ¿ya probaste el jurel, el kampachi o el mero? Son variedades distintas y con sabores muy agradables.

Otra buena recomendación es acudir a pescaderías. En estos lugares suelen conocer a los pescadores o tener más información del camino que recorrió su producto hasta ponerlo en tus manos.

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