Helado, nieve y gelato: Son los postres más versátiles que existen y de los cuales todos tenemos buenos recuerdos: nos recuerdan a veranos con amigos y fines de semana con nuestros seres queridos. Son una mezcla de ingredientes que suenan simples, pero nos causan una gran satisfacción en el paladar y en nuestros corazones. El helado, es el alimento reconfortante más conocido y comprado; nada causa más placer que una bola de helado después de un mal día o después de una deliciosa comida. En cuanto a sus múltiples nombres, siempre escuchamos diferentes palabras para describirlos en restaurantes o heladerías, y creemos que son cosas completamente diferentes, aquí te platico sus similitudes y diferencias.

Helado

El helado tiene una preparación específica que no ha cambiado mucho en los últimos años, a excepción de los que se preparan con nitrógeno o sobre una plancha metálica a temperaturas bajo cero. Sus ingredientes son una mezcla de crema, leche y yemas de huevo, agregando saborizantes o frutas. Todo el helado es principalmente agua, y cuando el agua se congela, forma cristales de hielo duros y crujientes. Además del gran sabor, el objetivo final de la fabricación de helados es mantener esos cristales lo más pequeños posible a través de ingredientes y técnicas adicionales. La temperatura en la que se almacena el helado también tiene un efecto obvio: los helados más fríos son más duros y sólidos, mientras que los más cálidos son más suaves y tienen una textura más suelta.

El aire se incorpora al helado durante el proceso de batido. Al igual que un pastel de ángel ligero y esponjoso es más fácil de cortar que un pastel de frutas densas, un helado más aireado es más fácil de sacar y tiene una textura más esponjosa y menos densa. Se bate a mayor velocidad que otras variedades, por lo que es menos denso y tiene más cantidad de grasa. Además, se sirve a una temperatura menor que el gelato por lo que suele derretirse en menos tiempo.

Gelato

El gelato tiene una base de leche y esto lo hace menos grasoso que un helado tradicional (hecho de crema). Durante su preparación se utiliza menos aire que en la del helado tradicional. Esto lo hace más cremoso y compacto. El gelato es mucho más sedoso en textura y un poco más denso que el helado. Esta densidad permite que el gelato tenga mucho más sabor que el helado tradicional. Todas estas diferencias le dan al gelato una textura más densa y lechosa que es menos cremosa que el helado. No es delgado, pero carece de la plenitud lujosa y mantecosa de su primo estadounidense.

Nieve

La nieve es una preparación tradicional mexicana, que podría tener antecedentes en un postre de origen oriental. Los neveros utilizan hielo y lo mezclan con frutas naturales, a mano y con ayuda de una pala, la mayoría de las veces de madera. Para mantener una nieve a la temperatura adecuada, basta con colocarla en un recipiente metálico y rodearla de hielo y sal. Es muy ligero y es sumamente refrescante. Su nivel calórico es menor que el del helado tradicional y se puede acompañar con sabores ácidos y amargos.

Para recapitular, el helado se compone de una mezcla de crema y leche mientras que el gelato está hecho de leche; y la nieve de agua. Se dice que el gelato tiene un sabor más intenso que el helado, ya que tiene menos grasa fría que cubre la lengua que impide el sabor de las cosas. Pero creo que es más exacto decir que los sabores de gelato son directos, duros y rápidos, y luego se derriten. Un helado bueno y sabroso puede tener un sabor igual de intenso, pero lo probarás de manera diferente. Uno no es necesariamente más sabroso que el otro. Pero aquí está la cosa: gelato es solo la palabra italiana para helado; aunque se apega a las tendencias que he señalado anteriormente, las recetas individuales varían. Lo que sí podemos decir es que las tres variedades son deliciosas y hay un sabor para cualquier ocasión.