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Jamón ibérico vs Jamón serrano

Foto: Dominio Público

Seguramente has ido muchas veces al súper, te tocó preparar la botana y no sabes que jamón comprar. Casi todos se ven iguales y, al final, te guías por el precio y empaque. ¿No te gustaría poder escoger con seguridad y saber de dónde viene el producto que estas comprando?

Aquí te platico las diferencias, simplificadas, entre el jamón ibérico y el jamón serrano.

Jamón Ibérico

El jamón ibérico proviene de Portugal y del suroeste de España, donde los puercos están libres en las dehesas (tipo de bosque). Los cerdos tienen que ser de esta región ya que las condiciones climatológicas son ideales para la producción de este tipo de jamón. Aquí se alimentan de bellotas, pastos y hierbas aromáticas. El sabor de este jamón es espectacular porque es capaz de infiltrar grasa en el músculo, algo que no hace ningún otro animal en el mundo, lo que resulta en un sabor sinigual.

Actualmente, hay 4 denominaciones de origen: Guijuelo, Extremadura, Pedroches y Huelva. Además, la clasificación de los jamones ibéricos es la siguiente: etiqueta negra, roja, verde y blanca.

El tiempo es un factor clave cuando se habla del proceso de curación del jamón serrano y del jamón ibérico. Realmente se siguen los mismos lineamientos pero dado a que los cerdos ibéricos infiltran la grasa el músculo, se tardan más tiempo en ser curados.

Jamón Serrano

Los cerdos blancos no infiltran la grasa en el músculo por lo que aunque coman la misma alimentación que los cerdos ibéricos, el sabor y calidad de la carne es distinta. Estos cerdos provienen de cualquier parte del mundo y las principales razas son: Duroc, Pietrain, Landrace o Large White. Crecen y viven en un establo, se alimentan de pienso de cereales. Actualmente, se encuentran reportadas dos denominaciones de origen: Jamón de Trévelez y Jamón de Teruel. El Jamón Serrano, tiene menos grasa y calorías que el jamón ibérico pero contiene más sodio. Las clasificaciones actuales son la siguientes: jamón de bodega (9-12 meses de curación), jamón reserva (un año a 15 meses de curación) y el jámon Gran Reserva (+ de 15 meses).

Ahora ya sabes, la próxima vez que vayas al súper fíjate bien en las diferencias entre estos dos grandes productos y comprueba su sabor.

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