Uno de los objetivos del spa es ofrecer un ambiente tranquilo y armónico que invite a los clientes a relajarse y desconectarse de la rutina cotidiana. Aunque cada lugar establece sus reglas, debes observar algunas pautas esenciales de comportamiento para que tanto tú como los demás disfruten la experiencia. 

Sé puntual

Recuerda que el tratamiento es de tiempo fijo. Si llegas tarde, no vivirás el momento como debe ser; además corres el riesgo de que lo cancelen.

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Modula el volumen de tu voz

En realidad no hay necesidad de hablar mucho. Apaga el celular o ponlo en silencio. Desde luego, por ninguna razón tomes fotos

Respeta

Si decides desnudarte completamente para tu tratamiento, no pasees sin ropa por todo el lugar, podría resultar incómodo para el resto de los clientes.

Acudir en buenas condiciones

Si el día de tu cita tienes algún malestar, por ejemplo, gripe, es mejor cancelar para no contagiar a los demás. Tampoco te presentes si consumiste alcohol o drogas.

Propina

Al concluir el servicio, deja propina. Verifica si el spa lo incluyó en el costo. Si no es así, lo normal es de 10 a 20% al terapeuta y entre 5 y 10% a las demás personas que te hubieran atendido.

Apegándote a estas reglas, nada puede salir mal; así que respira profundo y déjate llevar hacia la calma.