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Los blancos ‘in’ de la Península Ibérica

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Con el inicio de la época de calor, los vinos frescos, ligeros y fáciles de beber resultan opción ideal. Justo dichos atributos los comparten tres variedades de vinos blancos de la Península Ibérica, que indudablemente marcan la tendencia de la temporada. Si quieres anotarte a ella, aquí te decimos cuáles son y con qué maridan.

Albariño Rías Baixas

Si bien la Denominación de Origen Rías Baixas data de 1988, el vino gallego tiene varios siglos de tradición cuya característica común ha sido la de privilegiar el uso de uvas autóctonas. Entre ellas, la blanca Albariño es la protagonista indiscutible.

Son vinos frescos de equilibrada acidez, con apariencia brillante y cristalina, de color amarillo pajizo con reflejos dorados y verdes; sus aromas florales y frutales se confirman en el paladar con final persistente y sabroso. La temperatura de consumo recomendada es de 10 a 12°C; acompañan muy bien todo tipo de entremeses, pescados, mariscos, carnes blancas, arroces, pastas cremosas, quesos de cabra u oveja

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Los vinos D.O. Rías Baixas Albariño son exclusivamente elaborados con esta variedad procedente de cualquiera de las cinco sub-zonas que conforman la denominación: Condado do Tea, O Rosal, O Salnés, Ribeira do Ulla y Soutomaior.

Txakoli

En el siglo XIV aparecen las primeras referencias históricas sobre la producción de este emblemático vino del País Vasco, que en los últimos años ha entrado en una dinámica de apertura hacia el mercado internacional. Sus denominaciones de origen, relativamente jóvenes, son Getariako Txakolina (1989), Bizkaiko Txakolina (1994) y Arabako Txakolina (2001).

La variedad autóctona Hondarrabi Zuri, propia de la zona costera, es la principal autorizada en toda la región, aunque en el caso del txakoli de Vizcaya se emplean también otras cepas locales y extranjeras.

A la vista, los txakolis son brillantes y cristalinos con tonalidades del amarillo pálido al amarillo pajizo y reflejos verdosos; predominan aromas de notas frutales, florales y herbales. Tienen un gusto ligeramente ácido, fresco y equilibrado, con cierta sensación final de amargor; los txakolis de Getaria pueden presentar pequeñas burbujas. Son ideales para beberse solos o maridarse con pescados, mariscos y ensaladas verdes, a una temperatura de servicio de 7 a 10°C.

Vinho Verde

La denominación de origen controlada Vinho Verde, establecida en 1984, es la mayor de Portugal y abarca la región Entre-Douro-e-Minho que se caracteriza por sus verdes paisajes y por lo cual probablemente el vino haya tomado su nombre, aunque desde luego no es verde.

Alvarinho, Arinto (o Pederna), Avesso, Azal, Loureiro y Trajadura son las uvas autóctonas autorizadas para elaborar vinos monovarietales (principalmente Alvarinho y Loureiro) o assemblages de dos o más variedades.

Los vinhos verdes blancos poseen baja graduación alcohólica (11.5% como máximo); presentan un color amarillo pálido transparente con tonos verdosos. Son semisecos, refrescantes, jóvenes, ligeramente burbujeantes, con acentos cítricos y equilibrada acidez, por tanto deben servirse muy fríos, entre 6 y 9°C. Resultan aptos como aperitivo o acompañamiento de pescados, mariscos, pastas, ensaladas e incluso sushi.

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