Su color es vibrante, su sabor dulce y terroso. Hoy está de moda por vestir ensaladas y platillos para compartir, generalmente armonizada con frutos secos, jocoque u otros tubérculos. Además de todo esto que te acabamos de contar, el betabel está lleno de beneficios y es muy fácil de preparar.

Apuesta por él en todos sus formatos (¿sabías que existen unos anaranjados y otros con aros alternados que dan un efecto increíble?), que además están disponibles casi todo el año, para variarle a tu menú y agregar vegetales frescos.

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Beneficios de comer betabel

Por cada 100 gramos que consumas, estás dando a tu cuerpo 1.56 gramos de proteína, 8.38 de carbohidratos y 100 miligramos de grasa. Son solo 46 calorías por porción y está llena de fibra y agua.

Gracias a todo esto, hidrata el cuerpo y ayuda al proceso digestivo.

Hablando de micronutrientes, hay que resaltar que es alto en hierro, por lo que ayudará a la buena circulación de la sangre y regula la presión arterial.

Es el único vegetal en el reino que contiene betaína, un aminoácido que ayuda a proteger las células, proteínas y enzimas del estrés ambiental. Es rico en vitamina C, fibra y minerales esenciales como el potasio y manganeso.

Cómo cocinar betabel para que quede perfecto

Puedes comerlo crudo aunque te avisamos que cortarlo no es tan fácil. La mejor opción será rallarlo para coronar alguna ensalada o coctel.

Lo primero que debes hacer es lavarlo a conciencia –recuerda que creció bajo la tierra así que generalmente tiene impurezas– y después poner agua a hervir con un poco de sal.

Cuece (completo o en trozos) hasta que, cuando claves un tenedor, éste salga con facilidad. Saca y deja enfriar.

Quita la piel con cuidad de no quemarte y, ahora sí, es momento de transformarlo en lo que tú quieras.

• Los betabeles rostizados se logran colocando trozos del mismo tamaño sobre una bandeja y bañados ligeramente con aceite y sal. Para hacerlos en horno bastan unos 20 minutos a 200ºC y si tienes freidora de aire, también salen ricos. Un tip es también dejarles caer algo de ajo o hierbas aromáticas.
• Si los quieres solo para comer con limón y chile en polvo, corta y sazona. Están listos.
• Puedes sacar láminas muy delgadas y hornearlas a 140ºC por 10 minutos cuidando que no se quemen. Así tendrás un snack parecido a las papas fritas pero más saludable.

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