La gastronomía de Medio Oriente es abundante, familiar, cercana. Es de sabores profundos, de sabores intensos y también de recetas milenarias. Así es Casa Kuri, un restaurante en la colonia Condesa donde se rinde homenaje a la cocina libanesa de la familia del chef y anfitrión, Naguib Kuri.

Hace ya un año abrió sus puertas con la intención de salir de lo común en términos de cocina clásica de la tierra de su madre. Antojo, tradición pero también comercio justo y adecuación a las nuevas tendencias alimentarias complementan un menú del que vale la pena pedir todo al centro para compartir.

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Qué comer en Casa Kuri

A hurtadillas y sin mayor evidencia, Naguib hace un homenaje a la cocina de su madre en su restaurante. Su historia, como la de toda mujer árabe a mitad del siglo XX que llega a México, habla de una cocina de añoranza, de nostalgia por lo dejado pero también de descubrimiento y emoción por lo nuevo.

Las recetas del lugar pertenecen a la familia Kuri y, de alguna manera, el nombre del restaurante invita a los comensales a participar de la dinámica familiar: jocoque, babba ganoush, hummus y pan pita al centro para empezar.

Una vez partida la plaza, hojas de parra que pueden ser de carne o bien veganas para aquellos que lo prefieran. Un clásico también es el kebbeh bola que en casa de la madre de Naguib se preparan con peperoncino para dar una nota más picante y original.

El pan de za’atar y el tabbouleh son otros imprescindibles. Los aromas a sumaque del primero y la hierbabuena del segundo hacen una combinación que complementa y no debe faltar en las mesas libanesas.

Para los platos fuertes, alguna de las opciones de shawarma, que constan de un pan pita con carne estofada, vegetales y aderezo de yogurt. También vale la pena el pollo al jocoque o la pesca del día.

El ritual para cerrar con broche de oro

La pasta phyllo, el pistache, las nueces y el agua de rosas son algunos ingredientes típicos para preparar postres en las casas libanesas. Con ellas se preparan dedos de novia, baklava y polvorones que aquí se preparan con cuidado para ser equilibrados y terminar la comida.

También hay opciones con chocolate, pues Naguib no niega los antojos de sus comensales.

El servicio de café es importante: realizan la técnica ancestral de calentar a hervor con azúcar para servir una bebida oscura e intensa en sabores que bien contrasta con la suavidad de la cocina dulce. Después de eso, como buen mediterráneo, un poco de Arak y la digestión será pan comido.

Para reservaciones en el restaurante, pedidos a domicilio y más información de Casa Kuri, visita aquí su sitio web.