La vuelta al mundo en los 10 postres más famosos
Postres como el tiramisú, los pasteis de nata, la créme brûlée o los brownies han dado la vuelta al mundo volviéndolos famosos y deseados.
En el 189 de la calle Jalapa, en la colonia Roma, está Casa Mila, un restaurante que huele pan recién horneado, a uno de masa madre (con cardamomo). Quizá este aroma te recuerde al de la cerveza y te haga salivar.
La fachada es blanca, al igual que el resto de las paredes, por lo que al entrar tendrás la sensación de estar en un espacio amplio y limpio; además el techo es altísimo, pues en realidad el salón principal se encuentra en un antiguo patio.
Hay plantas que cuelgan de vigas, otras están en macetas colocadas en repisas y el resto en los muros. Algunas piezas, que parecen sacadas del gabinete de curiosidades de un coleccionista curioso, sobresalen de entre lo verde: un globo terráqueo y, sobre las mesas, detalles en color dorado. Llama la atención la figura de un primate que se tapa los oídos como uno de los tres monos sabios. Detalles, ¡muchísimos!
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El nombre de este spot que recientemente cumplió su primer año es un diminutivo de “milagros”, pues justo debe su existencia a una serie de hechos y coincidencias. El primero de estos fue el que provocó que Jorge Dumit (quien cocina) y Luvina Quemain (la responsable del olor a pan) se conocieran, abrieran un establecimiento en plena pandemia (en solo tres meses) y lo llenaran de vida.
Anteriormente ya había visitado el 189 de la calle Jalapa, solo que hace un par de años tenía la apariencia de un estacionamiento. Ahora se chocan las copas, hay risas, los platos se comparten… no solo en el patio, sino también en sus diferentes salones que fungen como espacios más privados.
“El menú de esta temporada está inspirado en los sentidos, nuestro objetivo es que conectes con tus alimentos, siente cada elemento del plato, disfruta la música y el lugar”, esta frase escrita en un pizarrón representa la selección de todo en el restaurante.
En realidad no recuerdo la selección musical, quizá este sea un punto a favor pues no es protagonista y deja que los comensales hablen sin necesidad de aumentar el volumen de voz.
Mientras esperaba a mis amigos pedí una de las nuevas sugerencias de la barra: un negroni, pero elaborado con amaro, que es un licor de hierbas de origen italiano, la mayoría de las veces de producción artesanal. No está en carta, así que si se te antojó pídelo directo al bartender.
Antes de comenzar con las entradas probamos el pan rústico con tocino. Posteriormente llegaron las especialidades al centro de la mesa, que están preparadas con carne de cerdo americana. Primero el shawarma de cerdo americano, un bocadillo tradicional de las calles de Medio Oriente.
Una de las grandes recomendaciones es la pasta casera. Se hace todos los días y el proceso puede observarse en la cocina abierta. De esta nueva temporada no te vayas sin probar el chamorro de cerdo americano confitado, salsa de cerveza y mostaza con hummus y el prime rib con rub de café, aligot y vino tinto, delicia.
A Casa Mila (o milagros) puedes ir en diferentes estados de ánimo, ya sea con la computadora para desayunar un café y un pan mientras trabajas, o bien, para una noche de cocteles.
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