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¿Pintxo o tapa? ¿Cuál es la diferencia?

Los viajes a España siempre vienen aderezados con maravillosa comida que, en la gran mayoría de las ocasiones, acompaña a una copa de vino, a una caña helada o a un vermú. Las opciones que se ponen en la mesa son casi infinitas y generalmente vienen en pequeñas porciones que bien pueden ser una tapa o un pintxo que, aunque parecen lo mismo, tienen sus diferencias.

¿Qué las hace distintas? ¿Cómo saber qué estoy comiendo? Te contamos algunas características de cada uno, así como el mundo que lo une.

Una historia de diferencias entre pintxo y tapa

En toda la Península Ibérica se suele acompañar la bebida con alguito para que caiga en blandito. Es decir, el objetivo es el mismo: dar una pista a quien las come de la sazón del cocinero y también ralentizar el proceso que sufre el cuerpo con el alcohol.

Acá va una primera diferencia. De acuerdo con algunos documentos históricos, las tapas fueron creadas en la Edad Media en cortesía para el entonces mismísimo rey de España, Alfonso X. Con la intención de que su corte no se embriagara rápido, pidió que en los bares y tabernas se sirviera algo de comer que además obedeció a la creatividad pues se utilizaba como tapa de las copas o tarros para que no entraran las moscas.

Esa tapa, generalmente estaba conformada por una base de pan y la preparación que hubiera en la cocina en ese momento; es decir, no existe una receta específica para las tapas -aunque tampoco para los pintxos-.

Del otro lado de la moneda, los pintxos fueron una consecuencia de las tapas aunque su forma evolucionó más allá de la hogaza de pan hacia un palillo donde ciertos ingredientes se pinchaban. Hoy en día pueden no tener esta forma y más bien hacen alusión a una pequeña porción.

El precio

En la mayoría de las Comunidades Autónomas de España, las tapas son una cortesía, a excepción del País Vasco, lugar de donde son oriundos los pintxos. En San Sebastián, lugar al que se le atribuye el origen de estos últimos, cada versión tiene su precio específico y los más tradicionales estarán en bares donde cualquier comensal pueda tomar los que le apetezcan y pagarlos después.

Entonces, a pesar de que nadie lleva la cuenta, los pintxos en los bares son un voto de confianza del dueño del bar. Las tapas, por el otro lado, se dan por sentadas y su costo está implícito en el precio de la bebida.

La evolución gastronómica: más diferencias entre pintxo y tapa

Una de las más notorias diferencias entre una tapa y un pintxo tiene que ver con el detalle a la hora de prepararlos. Mientras que la primera es, generalmente, una receta tradicional como pimientos en aceite, tortilla de patatas o algún embutido, los segundos obedecen a recetas más complejas: fondos, reducciones, técnicas de vanguardia y cocciones largas.

Esto también tiene que ver con el contexto geográfico ya que una de las atracciones principales del País Vasco es la forma de cocinar y organizar a la sociedad alrededor de los fogones.

El tamaño

No existen diez mandamientos para la preparación de un pintxo o tapa y por eso es difícil notar sus diferencias; sin embargo, la variedad vasca suele ser más pequeña que la del resto del país justamente por la minuciosa elaboración por la que pasan.

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