Los mejores restaurantes en Tulum
Tulum es mucho más que solo ruinas, fiesta y vibrar alto; de hecho, hay varios restaurantes donde la comida es genuina y muy bien hecha.
Son ricas, llenadoras, baratas y muy nutritivas. Están llenas de proteínas y carbohidratos complejos que no solo le harán un bien a nuestro cuerpo sino que enriquecerán nuestras preparaciones. Te compartimos siete ejemplos de leguminosas para una comida de campeones.
Puedes reconocerlos porque la mayoría crecen en vaina a pesar de que algunos se consumen ya secos y otros, como los chícharos, nos gustan más cuando están verdes.
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Redondos y pequeños, los chícharos –o guisantes, como le dicen en Europa– tienen un sabor dulzón muy suave que queda perfecto en cremas y también como guarnición de guisados con carne roja y para acompañar el arroz a la mexicana.
Cuando maduran cambian de color a amarillo y se convierten en alverjones, que molidos son el relleno perfecto para cualquier tlacoyo.
Seguramente son los más comunes en tu dieta, ¡y haces bien! Estas leguminosas son ejemplos perfectos de que se pueden combinar con casi cualquier cosa. Imagínate que en México existen más de 70 especies y las recetas son más abundantes aún.
Nos gustan refritos, charros, maneados con quesito, con puerco, en pozole como sucede en Guerrero y, por supuesto, solitos en caldo.
De las 70 especies que te platicamos que son endémicas de México, estas son muy especiales pues su tamaño es muy grande y la textura, ya cocidos, es más untuosa, parecida a las alubias.
Son tradicionales de Puebla, Oaxaca y Chiapas. Suelen aprovecharse para hacer ensaladas, guisados y tamales.
También conocidas como fabes, las alubias son primos muy cercanos de los frijoles pero más alargados y untuosos. Lo más común es comerlas en fabada, que es una preparación en la que se concentra caldo de res con paprika, chorizo de Pamplona, morcilla de Burgos, panceta y cebolla. ¡Uf! ¡Ya se nos antojó!
Auguran la abundancia y la riqueza, así que aquí tienes más motivos para comerlas. En proporción, son las que más proteínas tienen de todas las leguminosas así que sirven perfecto para hacer carne plant-based y otros alimentos veganos.
Nos gusta comerlas en caldo o en ceviche.
Estos son la esencia original del hummus, así que siempre vale la pena tener en la alacena. Su sabor es más terroso que el resto, igual que su textura. Agrégalos a tu consomé de pollo o cocínalos en la freidora de aire para tener un snack saludable.
¿Quién se niega a las típicas habitas enchiladas de los semáforos? Esta leguminosa tiene mucho que ofrecer también cuando está en verde; es perfecta para acompañar el chicharrón en chile verde o ser la protagonista de su propio platillo en ensaladas.
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