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Emberwood, el lujo de un asado perfecto

Foto: Emberwood

Cuando Rafa y Chema se encontraron, la comida, el buen vino y las ganas de prender el carbón fueron chispa que detonó en uno de los proyectos más innovadores para experiencias de parrilla y humo en el país. Era pandemia, así que el escenario rural donde se inspiraron enmarcaba libertad y bienestar, bienes bastante escasos en ese momento.

POR PALOMA GARCÍA CASTILLEJOS

El humo se convirtió en un hilo conductor, el aroma a carne y el sonido magistral del asador, el motivo. Se esmeraron en hacer los mejores tacos, cocinar las mejores proteínas y dar el mejor servicio. Al barco se sumaron Alec, Dax y varias decenas de personas más para hoy servir eventos privados y ofrecer cenas mensuales en Zapopan.

Nosotros los conocimos –a ellos y a todo su equipo de parrilleros, ostioneros, servicio, montaje y comunicación en el Mexico Open by Vidanta 2023, torneo de golf en el que la comida no solo es un commodity: es uno de los ganadores. Más allá de los clásicos puestos de comida en eventos masivos, aquí se creó todo un ecosistema en el que vivían espetones, fuego, un oyster bar y mariscos tan emocionantes como sus marinadas.

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Emberwood, más que carnita asada

Todo comenzó con una parrillada. Y, aunque al equipo siempre le había gustado prender la lumbre y cocinar para los amigos, había algo que no terminaba de gustarles de los asadores comunes. Rafa, diseñador industrial, entonces se puso creativo y comenzó la planeación.

Lo siguiente fueron los cuchillos, porque un buen corte de carne merece ser tratado con cariñito. Y de ahí se desplegó todo un catálogo de utensilios para el asado que hoy es tan solo un vistazo del proyecto completo.

Para rematar, las recetas y los ingredientes que se ponen al fuego. Chema le dio rienda suelta a la imaginación gastronómica y se armó con los mejores cortes y hortalizas; empoderó esa libertad de ser quién quisiera al estar en un asador. Le gustan las piezas completas, aunque nadie desprecia sus tacos de rib eye o el lechón cocinado despacito.

Los materiales son de primera, y lo más impresionante es ver cómo Chema y Alec los usan para cocinar. Junto a ellos también cocina Dax, sonorense que pone en alto el mar de su estado y propone tostadas, ostiones, almejas, ceviches y aguachiles que tan solo de pensarlos hacen salivar a cualquiera.

Al son del mar la estrella es la Sahuaro, una tostada que combina camarón y callo de hacha con mayonesa de chipotle, limón, salsas negras y una marinada secreta. La magia sucede al ahogarla en una marinada más que nos sabe a Clamato y que trae a nuestro imaginario sabores nuevos, texturas perfectas, ilusión.

Para el asador, los tacos de vacío y también las piezas completas de Tomahawk o costillares cocinados despacito sobre sus propias creaciones. Presumen –con justa razón– una loncha de salmón cocinado en madera que poco se parece a la idea de sabor que se tiene sobre esta proteína y sorprende para bien. Acompañan salsas, taztzikis, vegetales rostizados y más delicias.

Y ¿si ya se te antojó?

Se puede contratar para eventos privados o también estar al pendiente de sus experiencias en Casa Emberwood, en el corazón de Zapopan, Jalisco. Los lugares son contados y la comida, memorable. Hay varios menús: homenaje al mar, los de tierra y también el compasivo, que saca lo mejor del huerto para ponerlo en la mesa de forma magistral.

Si quieres reservar tu lugar en alguna de las experiencias mensuales que se hacen cada mes, visita su página web. Ahí mismo también puedes hacerte de un cuchillo, unos guantes o un asador para que tomes inspiración de ellos.

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