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Pisco, la experiencia peruana en la Anzures

Foto: Bárbara Manzur

El sabor marino y andino llegó a la CDMX, con la sazón de la Chef Alessandra Gonzales, en el restaurante Pisco, la experiencia peruana. Este es un rincón en la colonia Anzures que busca apapachar a sus comensales con los sabores auténticos y clásicos de Perú. Mantiene, al mismo tiempo, sus influencias chinas, japonesas y africanas otorgadas en la época colonial e inicios de la República.

Aquí no solo se trata de ceviches o anticuchos: la cultura gastronómica permea en todos los sentidos. Rinden homenaje a la cocina tradicional pero también sirven tiraditos estilo nikkei; así como la corriente chifa. Por supuesto, es un lugar para conocer sobre este gigante de la culinaria mundial y sus influencias.

El restaurante plasma en sus platillos y sazón la experiencia culinaria del país sudamericano para complacer a locales y foráneos. Se apega a las recetas tradicionales, calidad de los ingredientes, presentación y sabor de los platillos peruanos tanto que ha recibido el certificado de “Auténtica Cocina Peruana” por Universidad San Ignacio de Loyola.

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La historia peruana contada en un restaurante: Pisco

La experiencia comienza con tres salsas (la picante a base de huacatay, maní y ají), la cancha (maíz frito) y los chips de papa, camote y plátano. Desde aquí ya tenemos algo de contexto: en el sur también les gusta el chile y cultivan milpa, aunque de modo muy distinto a como lo hacemos en México. También hay semejanzas con los platillos del sur de nuestro país: uso de raíces y tubérculos.

pisco restaurante
Foto: Bárbara Manzur

Para abrir boca, una de las bebidas más tradicionales, el Pisco Sour. Consiste en jugo de limón, clara de huevo y Pisco, un destilado de uva oriundo de la región.

Entre los platillos imperdibles de este sitio, están el cebiche mixto, conformado por pescado, pulpo y camarón cocido en limón, leche de tigre, cebolla, camote y granos de elote. Otro que vale la pena probar es el pulpo al olivo cuyos matices recuerdan la cocina española pero también hablan de los sabores peruanos.

El tiradito de atún es un giro de 360º y voltea a ver la influencia japonesa de este país. Da un twist con la salsa oriental won tong y ajonjolí y la mesa vuelve a los Andes con anticuchos Pisco, brochetas de corazón de ternera marinada. Muy bien ejecutado también el lomo saltado, filete de res cocinado con cebolla y jitomate en salsa oriental acompañado de arroz y papas a la francesa.

pisco restaurante
Foto: Bárbara Manzur

Para cerrar con broche de oro, el mousse de maracuyá o lúcuma es el final perfecto. Esta última fruta originaria de Perú, es conocida también como “el oro de los incas”.

Si buscas probar la auténtica comida peruana sintiendo la calidez en sus sabores y platillos, el restaurante Pisco cumplirá con tus expectativas.

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