La fiebre de los wine bars está a tope por toda la CDMX. Visitar lugares como estos tiene muchas ventajas, como que puedes descubrir vinos distintos a los de siempre y, de paso, toparte con una que otra sorpresa en el plato. Plonk abrió a finales de 2023 en el corazón de la Condesa y promete ser un hotspot del buen comer y el buen beber los siguientes meses.

Está ambientado en colores rosas y decoración sencilla. La barra de la cocina está abierta y es posible sentarse en ella para vivir la experiencia completa. El local es pequeño, así que te recomendamos reservar con tiempo porque son apenas 15 espacios dentro y unos cuantos más en la banqueta.

Por Paloma García Castillejos

Qué pedir si vas a comer a Plonk, en la Condesa

A Romina Argüelles, anfitriona y sommelier del lugar, ya la conoces por encabezar Vigneron durante varios años. Hoy presenta en Plonk una carta de vinos concisa y perfecta para cualquier plan.

Los alimentos fueron diseñados y son ejecutados por Flor Camorlingo, quien delata su camino profesional por diferentes cocinas del mundo pero también que su corazón yace en los ingredientes mexicanos. A pesar de que la intención es cambiarlo constantemente, hay algunos platos que apostamos se quedarán pue se han ganado el corazón de quienes ya los probaron.

Recomendamos cambiar de vino con cada plato, aunque si quieres pedir una botella que cumpla con todos, también hay opciones que, por cierto, están a precio justo.

Para botanear, los crudités que vienen sellados y sobre una cama de hummus. Sencillo pero perfecto para empezar con una copa de espumoso. Una opción que también marida con esto es el crudo de pescado cuya marinada cambia de acuerdo a los productos que estén de temporada. Para que te des una idea, el pescado es tan fresco que es el mismo proveedor de Mi Compa Chava, nos cuenta Rodrigo Arens, quién también es parte del proyecto.

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Lo que sigue son los fuertes, donde el udon picante con langostinos se roba las palmas. La porción es generosa, buena para compartir pero también perfecta para olvidarse del gimnasio y consentirse en primera persona.

Un tamal de marlin con salsa y el rib eye son otras dos opciones de platos que roban el foco. La textura y combinación de sabores el primero sorprende, así como el término y el puré de papa que acompañan al segundo.

En gustos se rompen géneros y, aunque la tarta de yuzu que llegó para el postre estaba rica, también hay que decir las cosas como son y fue el rival más débil, pero no por eso hay que descartarla.

Plonk

Dirección: Iztaccíhuatl 52, Hipódromo

Cheque promedio: 800 pesos por persona.

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