El matcha no es solo un té verde, es una experiencia cultural japonesa milenaria compactada en un polvo fino en color verde intenso. Cultivado con un cuidado especial, las hojas se protegen del sol antes de su cosecha para potenciar su sabor y color. Luego, se muelen hasta alcanzar esa textura sedosa que lo define. Este proceso no solo intensifica su perfil de sabor, rico y umami, sino que también maximiza su contenido de antioxidantes, ofreciendo beneficios energizantes y saludables que superan con creces a los de otros tés.

Este superalimento ha trascendido fronteras, encontrando su lugar en la modernidad desde lattes hasta postres. Aquí te damos todos los consejos que necesitas para preparar el mejor matcha latte, en casa.

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Tips para hacer un matcha latte perfecto

Calidad del matcha: Usa preferiblemente de grado ceremonial para un sabor más rico y menos amargo.

Temperatura del agua: El agua demasiado caliente puede hacer que el matcha se vuelva amargo. Lo ideal es alrededor de 70°C o 160°F.

¡Disuélvelo bien! Mezcla bien el matcha con agua caliente para evitar grumos antes de agregar la leche.

Espuma la leche: Para obtener una textura cremosa, espúmala antes de incorporarla.

Ajusta la dulzura: Su sabor natural es terroso y ligeramente amargo, así que endulza al gusto.

Alternativas de leche: Experimenta con leche de almendras, coco o avena para darle un sabor único.

Sirve de inmediato: Para disfrutar plenamente de sus aromas y sabores.

Receta de matcha latte

Ingredientes:

• 1 cucharadita de té verde matcha en polvo
• 2 cucharadas de agua caliente (no hirviendo, alrededor de 70°C o 160°F)
• 1 taza de leche (puede ser leche de vaca o una alternativa vegetal como almendra, soja, o coco)
• Endulzante al gusto (miel, azúcar, stevia, etc.)

Procedimiento:

1. En un tazón pequeño, añade el polvo de matcha. 
2. Agrega las 2 cucharadas de agua caliente. Usa un batidor de matcha o una pequeña batidora para disolver el matcha hasta que no haya grumos y la mezcla esté suave.
3. Calienta la leche a fuego medio-bajo, sin que hierva.
4. Para una espuma extra, puedes usar un vaporizador de leche o una batidora de mano.
5. Vierte la mezcla de matcha en una taza grande. Añade la leche caliente. Si has espumado la leche, viértela lentamente para crear una capa superior de espuma. Usa una cuchara para retener la espuma y luego suéltala encima.
6. Añade endulzante al gusto y mezcla bien.
7. Para un toque extra, puedes espolvorear un poco de matcha en polvo sobre la espuma.
8. Para un matcha latte frío, deja enfriar a temperatura ambiente y sirve en un vaso con hielos. 

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