Si hay un ingrediente que puede transformar tus platos con su sabor único, ese es el tahini. Esta pasta de ajonjolí, con su textura cremosa, es clave en diversas cocinas alrededor del mundo, como la de Medio Oriente.
El tahini no es solo un ingrediente básico para el hummus o el baba ganoush; su versatilidad se extiende a aderezos para ensaladas, marinados para carnes y hasta en repostería, aportando un toque cremoso y un sabor especial. Curiosamente, en algunas culturas, el tahini se mezcla con melaza o miel para crear un postre simple pero delicioso.
Hoy, te enseñamos cómo preparar tahini en casa, un básico que no puede faltar en tu cocina.
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Con solo 3 ingredientes: cómo hacer tahini casero
Ingredientes
- 1 taza de semillas de ajonjolí (preferiblemente tostadas)
- 2-4 cucharadas de aceite de oliva (dependiendo de la consistencia deseada)
- Una pizca de sal
Procedimiento
- Si las semillas de ajonjolí no están tostadas, tuéstalas en una sartén a fuego medio durante unos minutos, revolviendo constantemente, hasta que estén ligeramente doradas. Deja que se enfríen antes de proceder.
- Coloca las semillas de ajonjolí en un procesador de alimentos o licuadora de alta potencia.
- Tritúralas a alta velocidad durante unos minutos hasta que se forme una pasta espesa.
- Agrega el aceite de oliva gradualmente mientras sigues mezclando hasta que la mezcla alcance la consistencia deseada. Si prefieres un tahini más espeso, puedes usar menos aceite.
- Prueba y ajusta el sabor agregando sal.
- Transfiere el tahini a un frasco de vidrio y guárdalo en el refrigerador. Se mantendrá fresco durante varias semanas.
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